Me senté en el sofá verde de terciopelo que se encontraba en la sala y miré por la ventana. La casa era tan silenciosa...
Acababa de terminar de revisar la casa. Era un piso solamente, pero grande para ambos. Al entrar se daba a la sala con un sistema de entretenimiento muy completo y un librero con todos los títulos sobre psicología que podría imaginar, al otro lado estaba la cocina con todos los utensilios y vales para cambiarlos por despensa cuando los necesitemos.
Por un pasillo se pasa al baño, un cuarto de limpieza y más al fondo un cuarto grande con dos camas, dos roperos y dos escritorios. En conclusión, Nadir y yo vamos a dormir en la misma habitación.
Nadir... ¿Estará bien? Miro por el pasillo, después de la pelea con sus padres se había encerrado en el cuarto. Por el ruido podía asegurar que esta acomodando sus pertenencias. Yo también necesitaba hacerlo, pero estar en una habitación con él me daba cosita.
Aunque no puedo seguir siempre huyendo de él, debemos enfrentarnos para acabar con este experimento absurdo y, además, debo darme un baño ya que estoy llena de tierra.
Suspiro.
Problemas, siempre supe que nadie está exento de ellos y mi Hobbie siempre ha sido averiguarlos y ayudar a la gente, pero nunca imaginé que alguien como Nadir estuviese viviendo un conflicto familiar tan profundo. Él siempre era el centro de atención detodos, haciendo lo que quisiese. Andaba con una actitud prepotente y consiguía lo que deseaba a la mala manera, pero en realidad es un corderito amarrado por el cuello en un conflicto intrafamiliar.
Este va a ser un caso difícil.
Mi compañero tenía un padre encantador, nótese el sarcasmo, ese viejo bastardo, acordarme del padre de Nadir me daba rabia. Si pudiese le cortaría la lengua tan lánguida que tiene y le daría una patata en los bajos por causar tanta inestabilidad emocional a su familia.
La madre de Nadir necesitaba apoyo urgente, su autoestima estaba tan pateada y aplastada como las bolas de su esposo en mi imaginación.
Volví a suspirar.
Con una familia tan disfuncional, ahora entiendo porque necesita ayuda. Es un gran reto para una estudiante novata y obsesionada con el conocimiento empírico, ¿realmente consideran que seré capaz de ayudarlo? ¿Ustedes que creen que se haya fumado el director? ¿Un poco de piedra y ahora su cabeza estaba llena de piedras?
Creer que seré capaz de ayudarlo, no sé, puede que no, pero tengo ganas de hacerlo, supongo que la universidad contaba con mi curiosidad para resolver este caso clínico.
—Quiero ayudarlo... — murmuré.
Tomando iniciativa, agarré mi maleta y me dirigí al cuarto. Tal vez podamos acomodar la ropa juntos y charlar, eso pensé, pero al entrar al cuarto me encontré a Nadie sentado en la orilla de una cama, con el pantalón abajo y su pene entre su mano derecha mientras la izquierda estaba en sus testículos.
Todo se detuvo. Me quedé con la mano en la perilla y él en sus partes íntimas. Compartimos miradas incredulas y nos sonrojamos.
¿Por qué se está masturbando estando yo tan cerca? Tan siquiera hubiera puesto el seguro, al menos que... él quisiese que lo descubriera para apoyarlo...
-¿Te ayudo? - mis palabras salieron naturales, sincronizadas con mis pensamientos.
Su miembro se movió como si hubiese asentido, me mantuve mirándolo un rato, calculando su tamaño... Fácilmente más de 15 centímetros si tenía allí entre su mano.
A diferencia de la otra vez que lo vi, al observarlo con más detalles llegué a la conclusión de que el paciente está muy bueno.No había ninguna regla de psicología que me impidiese fajarme al paciente, ¿O si?
ESTÁS LEYENDO
Por Una Jalada
Teen FictionAnalina, es una chica a la que le encanta jugar a verdad o retos. Sin secretos, no tenía nada que perder y disfrutaba la adrenalina con cada reto, hasta que un día es retada a meterse a la casa de cualquier chico de la universidad, por rifa, tocó el...