Por Una Jalada

Capítulo 26 parte 1 +21

Advertencia capítulo +21
NO leer si eres menor de esta edad. Si lo haces es bajo tu responsabilidad.
El siguiente episodio puede contener escenas sexuales, groserías y cosas no aptas para menores de edad.

No me hago responsable por posible gritos que pueda ocasionar este capítulo.

Se recomienda leer a solas, en una habitación o en el baño para que no les avienten una chacla por loca.

Sin más, disfruten

Sentada frente a la laptop mire atentamente las indicaciones.

Según el blog de dónde Nadir me mostraba que hacer mi misión en esta ocasión es encontrar el "punto p".

¿Qué es el famoso "punto p"? Bien, según el internet y de mi maestro Nadir, se encuentra en la próstata, es como una nuez y técnicamente se puede palpar apenas introduciendo un dedo. Es muy estimulante para hombres y es tanto como para gente hetero o homosexual.

-Debo de tocar allí, ¿Cierto? -señale con dildo la pantalla, en donde una imagen indica dónde tocar exactamente.

-Las indicaciones son claras majareta, solo tienes que seguirlas.

Arquee una ceja mirando a un sexy chico vestido de policía con la respiración agitada. Su pecho subía y bajada en un vaivén desasogado atento a mis movimientos.

Me levanté de la cama a dejar la laptop en la cabecera, tomar otro trago de cerveza y volver con él. Sentándome sobre sus caderas.

-¿Qué vas a hacer? -preguntó intrigado. Sonreí y me estire para coger una mordaza que colgaba de la pared.

-Shhh... -lo bese. Deslice mi lengua lentamente por los rincones de su boca, la suya acariciaba la mía cediendole el paso. Succione sus labios cuando nos alejamos y coloque la dordaza sin dudar.

Sus ojos se iluminaron expectantes. Humedecí mis labios antes de bajar a su cuello y succionar la suave piel de su cuello, sentí como se arqueo debajo de mi. La pasión incontrolable fluyó a través de nosotros, mientras desabrochaba el cinto de su pantalón recorrí con mi lengua el arco de su cuello y susurré en su oído: —¿Listo para saber cómo coje una majareta?

Sus ojos se oscurecieron y sus orejas enrojecieron. Trato de decir algo, pero solo sonidos extraños salieron de su boca.

Saqué el cinturón de los cintos y lo agite, haciendo que sonara fuertemente. Sin perderse ninguno de mis movimientos, Nadir pudo ver cómo tape sus ojos con el cinto grueso de piel, lo amarre y lo ajuste asegurándome que no viera nada.

Se arqueó expectante. Mis latidos pulsaban con violencia en mi pecho, haciendo eco ante el delicioso chico atado bajo de mí. Me incline para acariciar cada parte de su cuerpo, tiene bonita piel, su cuello es largo y me encanta que las venas se remarquen levemente bajo su piel, su clavícula es sensual y sus hombros anchos con brazos fuertes. Su abdomen es liso y trabajado. Vaya chico...

—Eres tan sexy... —hable con voz áspera por la excitación y el alcohol que se estaba absorbiendo en mi cuerpo.

Grabé en mi mente la imagen de vulnerabilidad que me mostraba, de sensualidad y sumisión. Y sin más preámbulos, agarre las esquinas de su pantalón y los baje con todo y boxer. Por la fuerza en qué hice el movimiento, su miembro se libero impotente sobre mi dándome un golpe en la cara.

El sonido del golpe fue seco. El pecho de Nadir se sacudió ante la risa. Lo bueno que no ha visto mi cara con un golpe de su pene marcado en el o se moriría de risa.