—Suban al carro.
Tina ordenó y todos subimos al Audi azul cromático con el rostro mirando al suelo. Ale nos despidió alegremente desde la entrada de su negocio. Le devolví el gesto con la mano y lo vi desaparecer conforme nos alejábamos en la camioneta. Voy a extrañar al chico "dildos locos" mi nuevo amigo
Brayan y Julián iban a un lado de nosotros con las manos sujetadas en modo de apoyo. Intente hacer lo mismo con Nadir, quien se encontraba a mi lado, pero me quitó la mano bruscamente y me lanzó una mirada aniquilante. Oye, tranquilo viejo...
—Alondra, resumen — Tina habló secamente. Me encogí en mi lugar.
Pocas veces mi mejor amiga mostraba su lado serio y cuando lo hacia resultaba ser bastante autoritaria y nadie lograba evitarla.
—Es bastante mandona —Nadir murmuró con desagrado.
Sonreí. Si, ella era alguien que sabía lo que quería y como obtenerlo, por lo tanto ella era imponente ante almas en pena como nosotros. Una mamá joven en medio de críos adolescentes. Que su linda cara y su cabello perfectamente rubio como el de una muñeca no les engañe: ella es la master.
—Silencio. Alondra, sigo esperando.
Con tono indiferente, Alondra lanzó en un agil movimiento su cabello negro como la noche tras su hombro y relato como sucedieron las cosas. Breve y concisa, como siempre.
—Llegamos a la ubicación que nos mandaste, al entrar un chico extraordinariamente sexi nos recibió y trato vendernos el pito de King Kong.
—Esa cosas no era de este mundo —Brayan abrió sus brazos en demostración del tamaño del dildo de la entrada.
—Ajam, sigue — Alondra sonrió levemente pero trato de disimular.
—Estos dos brutos — señaló a mis amigos, Julián le lanzo una mirada asesina y Brayan le sonrió de vuelta. —Se quedaron viendo los productos y me arrastraron en ello hasta que debajo de una puerta una luz roja llamo mi atención. Llegamos ahí por el GPS de Lina, esa bruta no se veía por ninguna parte. Puerta negra iluminada con luz roja, unos sonidos extraños adentro y una sex shop, no hay que ser genios para saber que estaban teniendo algo sucio allá dentro.
—Objeción su señoría —alce la mano y mirando a través del espejo, Tina asintió.
—Objeción a lugar, hable rápido que la victimacusada no puede hablar mucho.
Me reí bajito. Ahora soy la "victimacusada" ni víctima, ni acusada. No puedo ni siquiera una de esas dos en esta corte de 2 metro cuadrados.
— ¿Cómo es que la testigo Alondra supo que yo me encontraba en esa habitación?
—No lo sabía —se encogió de hombros —. Solo asumí que alguien estaba haciendo cosas sucias adentro y quería ver. Y como es obvio... la curiosidad mato al gato y vi algo desagradable.
—Algo que nunca imaginé que iba a ser capaz de ver en esta vida — Julián hizo muecas de asco. Sus dos piercing se movieron graciosamente en su ceja izquierda.
— ¡Oh, mi lindo y virginal Julián no ha visto porno! — me burle.
—Claro que he visto porno, del normal, del sano — hizo una pausa y me sonrió con sorna, sacando su lengua un poco para que el piercing de su lengua se viera —. Pero nunca uno tan asqueroso, una mini cerdita salvaje y un lobo feroz en medio de una reproducción fuera de la naturaleza. Eso es raro.
¡Hijo de fruta! Iba a saltar encima de él, pero Nadir me sujeto la pierna y su rostro de chico malo salió a luz. Me estremecí, sonrojándome, sus rasgos se ven mejor con un rostro feroz. Sus ojos miel brillaban peligrosamente.
ESTÁS LEYENDO
Por Una Jalada
Teen FictionAnalina, es una chica a la que le encanta jugar a verdad o retos. Sin secretos, no tenía nada que perder y disfrutaba la adrenalina con cada reto, hasta que un día es retada a meterse a la casa de cualquier chico de la universidad, por rifa, tocó el...