El peligro viene de menos donde te lo esperas y cuando tu protegido resulta ser el peligro, ¿Cómo se debe actuar? Julián siempre ha sido preciado para mi, mi hermano, mi primer amor, mi mejor amigo, siempre desee protegerlo de todo mal y creí firmemente por mucho tiempo que su relación con Brayan no le era beneficiosa, pero ¿Qué mierda ha sucedido para que las cosas acabaran de esta manera?
—¿Han terminado? — repetí incrédula. Eso no puede ser posible—. ¿Es broma, verdad? Ustedes se aman, deben estar juntos
Julian negó con pesar. Sus ojos me miraron suplicantes que le entendiera como siempre, sin mediar palabras, pero mi cabeza no formulaba ni la tabla del 0. Sujeté su mano y la coloqué en mi cabeza, cerré los ojos.
—¿Qué haces? — Preguntó confundido. No aparto su mano, ni se alejo, solo se mantuvo allí.
—Creo que mi conexión bluetooth se ha averiado, mi telepatía no esta funcionando y quiero ver si con conexión USB funciona — abrí un ojo para verlo, una leve carcajada rasposa salió de su garganta. Con cariño revolvió mis cabellos dejando un alboroto de rizos plateados en mi cabeza.
—¿Qué haría sin ti, pequeña pitufa? — de pronto me abrazó con cariño. De inmediato le devolví el gesto y jugué con su espalda tonificada. Bendito ejercicio y sus seguidores, mira nada mas que escultura...
—Majareta...
—Analina...
De pronto me alejaron de mi mejor amigo, mi brazo derecho era sujetado por Papá y el izquierdo por Nadir, ambos miraban mal a mi amigo. Alce una ceja incrédula.
Hay papito, si supieras lo que he hecho con Nadir...
—Analina Cortes ¿Qué significa esa mirada? — papá me reprendió. No pude evitar sonrojarme y desviar la mirada, pero al otro lado estaba Nadir así que me arrepentí de haber girado. Los ojos claros de mi compañero de casa ardían en dirección a mi amigo y sus pelos estaban parados cual gato arisco.
Esperen, ¿Qué es esto? ¿Una escena de celos? Vaya, ¿es enserio? Bueno, no lo culpo, con lo buenazo que esta mi amigo yo también sentiría celos.
—Como sea, puedes pasar a ver a tu amigo— mi padre me soltó y acomodó su bata, con recelo le dedico una mirada a Julián, nunca he entendido porque desde que se entero que me gustaba no lo puede ver ni en pintura—. Tú también puedes entrar...
—No señor, gracias... —se negó de inmediato. Le dedique unos ojos incrédulos, me devolvió una sonrisa de disculpa —. Espero después hablar contigo.
Me sujetó rápidamente la mano ya que de inmediato Nadir me hizo dar un paso atrás.
Oye, tranquilo viejo, es mi amigo, por más que te guste él puedo tocarlo.
—Te veo pronto— le sonreí, papá se fue a recoger el equipo y me quede sola con Nadir. Ambos vimos en silencio como se alejaba mi mejor amigo. De pronto me dieron ganas de molestarlo.
—Mis padre se ha puesto celoso de Julián por abrazarme, ¿Qué te haría a ti si se enterara de lo que me has hecho? —sonreí traviesamente. Su rostro se ruborizo como nunca antes visto.
—¿¡Yo a ti?! ¡Tú eres la inmoral, incluso te dormiste con mi pezón en tu boca!
Fue mi turno de sonrojarme entera. Me lance sobre él para pegarle pero al parecer se ha acostumbrado tan rápido a mis ataques, que me intercepto, me golpeó en la pierna haciéndome perder el equilibrio y casi caer de espaldas, aunque me sujeto por la cintura y la cabeza. Ambos inclinados como en un hermoso paso de baile, nos separaba apenas unos centímetros de distancia.
ESTÁS LEYENDO
Por Una Jalada
JugendliteraturAnalina, es una chica a la que le encanta jugar a verdad o retos. Sin secretos, no tenía nada que perder y disfrutaba la adrenalina con cada reto, hasta que un día es retada a meterse a la casa de cualquier chico de la universidad, por rifa, tocó el...