Entonces la profesora McGonagall colocó un taburete de cuatro patas en el suelo ante los alumnos de primero y encima de él, el sombrero extremadamente viejo, sucio y remendado. Los de primero lo miraban, y también el resto de la concurrencia. Por un momento el Gran Comedor quedó en silencio. Entonces se abrió un desgarrón que el sombrero tenía cerca del ala, formando su boca, y empezó a cantar:Hace tal vez mil años
que me cortaron, ahormaron y cosieron.
Había entonces cuatro magos de fama
de los que la memoria los nombres guarda:El valeroso Gryffindor venía del páramo;
el bello Ravenclaw, de la cañada;
del ancho valle procedía Hufflepuff el suave,
y el astuto Slytherin, de los pantanos.Compartían un deseo, una esperanza, un sueño:
idearon de común acuerdo un atrevido plan
para educar jóvenes brujos.
Así nació Hogwarts, este colegio.Luego, cada uno de aquellos fundadores
fundó una casa diferente
para los diferentes caracteres
de su alumnado.Para Gryffindor el valor era lo mejor;
para Ravenclaw, la inteligencia.Para Hufflepuff el mayor mérito de todos
era romperse los codos.
El ambicioso Slytherin
ambicionaba alumnos ambiciosos.Estando aún con vidas
se repartieron a cuantos venían,
pero ¿cómo seguir escogiendo
cuando estuvieran muertos y en el hoyo?Fue Gryffindor el que halló el modo:
me levantó de su cabeza,
y los cuatro en mí metieron algo de su sesera
para que pudiera elegiros a la primera.Ahora ponme sobre las orejas.
No me equivoco nunca:
echaré un vistazo a tu mente
¡y te diré de qué casa eres!En el Gran Comedor resonaron los aplausos cuando terminó de cantar el Sombrero Seleccionador.
—Esa no es la misma canción de cuando nos seleccionó a nosotros —comentó Harry, aplaudiendo.
—Canta una canción diferente cada año —dijo Ron—Tiene que ser bastante aburrido ser un sombrero, ¿verdad? Supongo que se pasa el año preparando la próxima canción.
La profesora McGonagall desplegaba en aquel momento un rollo grande de pergamino.
—Cuando pronuncie su nombre, se pondrán el sombrero y se sentarán en el taburete—dijo dirigiéndose a los de primero—Cuando el sombrero anuncie la casa a la que pertenecen, irán a sentarse en la mesa correspondiente. ¡Ackerley, Stewart!
Un chico se adelantó, temblando claramente de la cabeza a los pies, cogio el Sombrero Seleccionador, se lo puso y se sentó en el taburete.
—¡Ravenclaw! —gritó el sombrero.
Stewart Ackerley se quitó el sombrero y se fue a toda prisa a sentarse a la mesa de Ravenclaw, donde todos lo estaban aplaudiendo.
—¡Baddock, Malcolm!
—¡Slytherin!
La mesa del otro extremo del Gran Comedor estalló en vítores. Fred y George silbaron a Malcolm Baddock mientras tomaba asiento.
—¡Branstone, Eleanor!
—¡Hufflepuff!
—¡Cauldwell, Owen!
—¡Hufflepuff!
—¡Creevey, Dennis!
El pequeño Dennis Creevey avanzó tambaleándose y se tropezó en el abrigo de piel de topo de Hagrid al mismo tiempo que éste entraba furtivamente en el Gran Comedor a través de una puerta situada detrás de la mesa de los profesores. Unas dos veces más alto que un hombre normal y al menos tres veces más ancho, Hagrid, con su pelo y barba largos, enmarañados y renegridos, daba un poco de miedo. Una impresión falsa, porque bien sabia que Hagrid tenía un carácter muy bondadoso. Nos guiñó un ojo mientras se sentaba a un extremo de la mesa de los profesores y observó cómo Dennis Creevey se ponía el Sombrero Seleccionador. El desgarrón que tenía el sombrero cerca del ala volvió a abrirse.
—¡Gryffindor! —gritó el sombrero.
Aplaudí contenta, me parecía un niño muy lindo y estaría al lado de su hermano Dennis Creevey, sonriendo de oreja a oreja, se quitó el sombrero, lo volvió a poner en el taburete y se fue a toda prisa junto a su hermano.
—¡Colin, me caí! —dijo de modo estridente, arrojándose sobre un asiento vacío—¡Fue estupendo! ¡Y algo en el agua me agarró y me devolvió a la barca!
—¡Tranqui! —repuso Colin, igual de emocionado—¡Seguramente fue el calamar gigante, Dennis!
—¡Vaya! —exclamó Dennis, como si nadie, en sus mejores sueños pudiera imaginar nada mejor que ser arrojado al agua en un lago de varias brazas de profundidad, por una sacudida en medio de una tormenta y ser sacado por un monstruo marino gigante.
—¡Dennis!, ¡Dennis!, ¿has visto a ese chico? ¡El del pelo negro y las gafas!, ¿lo ves? ¿A que no sabes quién es, Dennis?
Harry miró para otro lado y se fijó en el Sombrero Seleccionador, que en aquel instante estaba ocupándose de Emma Dobbs, reí divertida, ellos lo veían como un héroe, codee a Harry con una sonrisa en mi rostro, el me miro y al verme el sonrió también negando con la cabeza. La Selección continuó.
—¡Vamos, deprisa! —renegó Ron, frotándose el estómago.
—¡Por favor, Ron! Recuerden que la Selección es mucho más importante que la comida —le dijo Nick Casi Decapitado, al tiempo que «¡Madley, Laura!» se convertía en miembro de la casa Hufflepuff.
—Por supuesto que sí, si uno está muerto —replicó Ron.
—Eso fue grosero—debía admitir que si me dieron ganas de reírme pero no podía demostrarlo frente a sir Nicholas.
—No te preocupes linda, estoy acostumbrado ya, espero que la remesa de este año en nuestra casa cumpla con los requisitos —comentó Nick Casi Decapitado, aplaudiendo cuando «¡McDonald, Natalie!» llegó a la mesa de Gryffindor—No queremos romper nuestra racha ganadora, ¿verdad?
Gryffindor había ganado los tres últimos años la Copa de las Casas.
—¡Pritchard, Graham!
—¡Slytherin!
—¡Quirke, Orla!
—¡Ravenclaw!
Por último, con «¡Whitby, Kevin!» («¡Hufflepuff!»), la Ceremonia de selección dio fin. La profesora McGonagall cogió el sombrero y el taburete, y se los llevó.
—Se acerca el momento —dijo Ron cogiendo el tenedor y el cuchillo y mirando ansioso su plato de oro. El profesor Dumbledore se puso en pie. Sonreía a los alumnos, con los brazos abiertos en señal de bienvenida.
—Tengo sólo dos palabras que decir —dijo y su profunda voz resonó en el Gran Comedor—: ¡A comer!
—¡Obedecemos! —dijeron Harry y Ron en voz alta, cuando por arte de magia las fuentes vacías de repente aparecieron llenas ante nuestros ojos.
Nick Casi Decapitado observó con tristeza cómo llenábamos nuestros platos de comida.
—¡Ah, esdo esdá me'or! —dijo Ron con la boca llena de puré de patata.
—Mjmm yda lo crgeo —dije yo con la boca igual de llena, Ron me miró y me sonrió.
—Llena su boca de comida como nosotros Harry, es la indicada, debes casarte con ella—dijo el pelirrojo a Harry cuando tragó su comida.
—¿Que?—dijimos ambos al mismo tiempo rojos de vergüenza.
Travesura realizada
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✯𝐌𝐢 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲✯ 𝚑𝚊𝚛𝚛𝚢 𝚙𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛 𝚢 𝚝𝚞
FanfictionLa pequeña hermana del tan codiciado Cedric Diggory, conoce al mismo Harry Potter que si bien estudian en la misma escuela y pertenecen a la misma casa jamas tuvieron una oportunidad para hablar entre sí, hasta que una serie de eventos hicieron que...