1.13: 𝐎𝐣𝐨 𝐥𝐨𝐜𝐨 𝐌𝐨𝐨𝐝𝐲

1.7K 108 31
                                    


—Sin embargo, Malfoy podría haber quedado herido de verdad —dijo Her—La profesora McGonagall hizo bien en detenerlo.

—¡Hermione! —dijo Ron como una furia, volviendo a abrir los ojos—¡No me estropees el mejor momento de mi vida!

—De nuestra—corregí y choque los cinco con Ron

Hermione hizo un ruido de reprobación y volvió a comer lo más aprisa que podía.

—¡No me digas que vas a volver ahora, por la noche, a la biblioteca! —dijo Harry, observándola.

—No tengo más remedio —repuso Hermione—Tengo mucho que hacer.

—Pero has dicho que la profesora Vector...

—No son deberes —me cortó ella.

Cinco minutos después, Hermione ya había dejado limpio el plato y había salido. Su sitio fue inmediatamente ocupado por Fred Weasley.

—¿Qué me dicen de Moody? —exclamó—¿No es cool?

—Más que cool—dijo George, sentándose enfrente de Fred.

—Súper cool—afirmó Lee Jordan, el mejor amigo de los gemelos, ocupando el asiento que había al lado del de George—Esta tarde hemos tenido clase con él —nos dijo.

—¿Qué tal fue? —preguntó Harry con interés. Fred, George y Lee intercambiaron miradas muy expresivas.

—Nunca hemos tenido una clase como ésa —aseguró Fred.

—Ése sabe—añadió Lee.

—¿Qué es lo que sabe? —preguntó Ron, inclinándose hacia delante.

—Sabe de verdad cómo hacerlo —dijo George con mucho énfasis.

—¿Hacer qué? —preguntó Harry.

—Luchar contra las Artes Oscuras —repuso Fred.

—Lo ha visto todo —explicó George.

—Sorprendente —dijo Lee.

Ron se abalanzó sobre su mochila en busca del horario.

—¡No tenemos clase con él hasta el jueves!—concluyó desilusionado.

Los dos días siguientes pasaron sin grandes incidentes, a menos que se cuente como tal el que Neville dejara que se fundiera su sexto caldero en clase de Pociones. El profesor Snape, que durante el verano parecía haber acumulado rencor en cantidades nunca antes conocidas, castigó a Neville a quedarse después de clase. Al final del castigo, Neville sufría un colapso nervioso, porque el profesor Snape lo había obligado a destripar un barril de sapos cornudos.

—Tú sabes por qué Snape está de tan mal humor, ¿verdad? —me dijo Ron mientras observábamos cómo Hermione enseñaba a Neville a llevar a cabo el encantamiento antigrasa para quitarse de las uñas los restos de tripa de sapo

—Sí —respondí—Por Moody.

Era comúnmente sabido que Snape ansiaba el puesto de profesor de Artes Oscuras y era el cuarto año consecutivo que se le escapaba de las manos.
Snape había odiado a los anteriores titulares de la asignatura y nunca se había esforzado en disimularlo.

Los de cuarto curso de Gryffindor teníamos tantas ganas de asistir a la primera clase de Moody que el jueves, después de comer, llegamos muy temprano e hicimos cola a la puerta del aula cuando la campana aún no había sonado. La única que faltaba era Hermione, que apareció puntual.

—Vengo de la...

—...biblioteca —adivinó Ron—Date prisa o nos quedaremos con los peores asientos.

✯𝐌𝐢 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲✯ 𝚑𝚊𝚛𝚛𝚢 𝚙𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛 𝚢 𝚝𝚞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora