1.29: 𝐔𝐧 𝐚𝐛𝐫𝐚𝐳𝐨 𝐥𝐥𝐞𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐚𝐳

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Hoy teniamos clase de cuidado de las criaturas mágicas con Hagrid, Malfoy llegó con su habitual cara de desprecio.

—¡Ah, miren, es el campeón! —les dijo a Crabbe y Goyle en cuanto llegamos a donde él podía oírnos—¿Han traído el libro de autógrafos? Tienen que darse prisa para que se los firme, porque no creo que dure mucho: la mitad de los campeones murieron durante el Torneo. ¿Cuánto crees que vas a durar, Potter? Mi apuesta es que diez minutos de la primera prueba.

Crabbe y Goyle le rieron la gracia a carcajadas, pero Malfoy tuvo que dejarlo ahí porque Hagrid salió de la parte de atrás de la cabaña con una torre bamboleante de cajas, cada una de las cuales contenía un escreguto bastante grande. Para nuestro espanto, Hagrid nos explicó que la razón de que los escregutos se hubieran estado matando unos a otros era un exceso de energía contenida y la solución sería que cada alumno le pusiera una correa a un escreguto y lo sacara a dar una vuelta. Lo único bueno de aquello fue que acaparó toda la atención de Malfoy.

—¿Sacarlo a dar una vuelta? —repitió con desagrado, mirando una de las cajas—¿Y dónde le vamos a atar la correa? ¿Alrededor del aguijón, de la cola explosiva o del aparato succionador?

—En el medio —dijo Hagrid, mostrándonos cómo—Eh... tal vez deberían ponerse antes los guantes de piel de dragón, por si acaso. Harry, ven aquí y ayúdame con este grande..

Hermione y yo nos dirijimos una mirada de espanto y proseguimos a intentar ponerle la corre al escreguto. Median casi un metro y se habían vuelto muy fuertes. Ya no eran blandos y descoloridos, porque les había salido una especie de coraza de color gris brillante.

Después de un buen rato cuando la clase había terminado, solíamos regresar los 4 juntos al castillo pero cuando me di cuenta Ron ya había apresurado el paso junto a Seamus y demás hacía el castillo dejándonos solo a Harry, Hermione y a mi, entre los tres nos miramos resignados y sin más comenzamos a caminar hacia el castillo, no pude evitar notar la triste mirada de Harry y como no si toda la escuela estaba contra el y peor aún si su mejor amigo también lo estaba.

La semana transcurrió pesada para Harry y pude darme cuenta de todo eso por que la pasaba diario con el, no quería que estuviera solo con tanta gente tras de el.
Estábamos en el comedor y pude ver que las mismas chicas de sexto que tanto interés habían mostrado en conseguir el autógrafo de Viktor Krum le pedían a Cedric que les firmara en las mochilas.

—Permítanme un momento—les dije a los chicos y me levanté de la mesa caminando hasta donde mi hermano y las chicas.

—Uhhh ya llegó mi berrinchuda—dijo Jonathan y las chicas me miraron.

—Y...¿Se podría saber que hacen?

—¿No es evidente tonta? Cedric está autografiando nuestras mochilas—dijo una de ellas, la miré y alce una ceja.

—Bien, es todo—dijo Ced con su semblante serio

—Si, fue suficiente—dijo Jonathan de igual modo

Las chicas me miraron furiosas y se fueron sin más.

—Toda una celebridad—dije y dejé un beso en la mejilla de ambos chicos a manera de saludo—¿Podrías firmar mi túnica?—reímos y Cedric solo negaba con la cabeza

Por la noche ya en mi dormitorio no lograba conciliar el sueño, me coloqué mis pantuflas y camine escaleras abajo para llegar a la sala común de la Torre y descubrí que no era la única con problemas para dormir, Harry también estaba sentado frente a la chimenea, quieto, en silencio.
Con cuidado me acerque hacia el y me senté a su lado, cuando me miró pude notar en sus ojos que estaba cansado.

—¿Por qué no subes a tu dormitorio?—le pregunté

—Espero a que Ron y los demás se duerman, no quiero llegar y que me sigan mirando mal hasta para dormir—soltó un bostezo de repente y lo miré con lástima

—No debe ser fácil

—Todo esto me recuerda a segundo año, cuando todos creían que era el heredero de Slytherin, lo pasé mal, pero aquella vez tenía de mi lado a Ron y  es como que podría haber soportado la actitud del resto del colegio si hubiera vuelto a contar con Ron pero eso si, no voy a intentar convencerlo de que volvamos a hablar si él no quiere. No recibo más que desprecio de todas partes y digo, soy capaz de entender la actitud de los de Hufflepuff, tampoco esperaba otra cosa que insultos de los de Slytherin mínimo había esperado que los de Ravenclaw fueran imparciales pero la mayor parte de los de Ravenclaw parecía pensar que me desespero por conseguir un poco más de fama.—decía—y yo...yo no...no quiero eso...no se como pero...pero no fui yo...solo quiero que...que esto acabe ya—me miró y vi que varias lagrimas amenizaban con salir.

Sin dudarlo rodee a Harry con mis brazos, una de mis manos acariciaba su cabello mientras el sollozaba en mi hombro, con cuidado de no ser brusca me recargue en el antebrazo de sillón y Harry acomodo su cabeza en mi pecho, mi mano seguía acariciando su cabello, cuando escuche que su llanto había parado y respiraba con más facilidad me anime a decirle:

—No estás solo Harry, yo te creo y estoy aquí para ti, me tienes a mi.—Asintió levemente y permaneció en la misma posición.

Después de un buen rato sonreí por fin cuando lo mire dormido en paz, su semblante ya no reflejaba preocupación o tristeza, era solo paz, no lo despertaría, quiero dejarlo descansar así que me acomode un poco más y lo dejé dormir sobre mi pecho.

A la mañana siguiente

—¡____! ¡Harry! ¡Despierten!

La voz de Hermione logró hacer que despegara los ojos al instante.

—Que bueno que si tienes el sueño ligero, mueve a Harry el es de sueño pesado.

—Pero ¿Qué pasa?

—¡Pasa que se quedaron dormidos y tienen que moverse antes de que bajen todos y piensen mal de...su situación!

Miré a Harry que aún dormía en paz sobre mi pecho y volví a sonreír, la verdad era que cuando se despertara tendría que lidiar de nuevo con todo mundo y ahora estaba tan tranquilo...mis pensamientos se borraron cuando sentí un buen golpe en la cabeza.

—¡Hermione!—le reproché—Tienes la mano pesadita

—Deja de mirarlo como boba, no tardan en bajar los demás.

—Harry—susurré

—¡Más fuerte!

—¡No lo puedo levantar asustándolo esa no es manera de despertar Her!

—Ummm...¡Bésalo!

—¡Hermione!

—Es broma—rodó los ojos—pero si quieres...

—¡HERMIONE!

—Bueno, bueno ya

—Bien, aquí voy—moví a Harry un poco y apenas y logré que se removiera un poco—¡HARRY!—Grité y por fin funcionó por que cayó al piso asustado.

—¿¡Que pasó!? ¡¿Estás bien?!—se levantó apurado y al vernos llevo su mano a su pecho—Pero que...

—Vamos, suban a los dormitorios a vestirse, están en pijama aún—dijo Hermione

—Si mamá—respondimos ambos e hicimos lo que nos ordenó.

Travesura realizada

✯𝐌𝐢 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲✯ 𝚑𝚊𝚛𝚛𝚢 𝚙𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛 𝚢 𝚝𝚞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora