1.31: 𝐉𝐨𝐧𝐚𝐭𝐡𝐚𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐜𝐮𝐨

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Narra Harry:

Después del castigo de Snape por fin llegué a la sala común, pero subiendo a mi dormitorio me encontré con Ron.

—Has recibido una lechuza —me informó con brusquedad, señalando mi almohada.

—Ah, bien —dije de igual manera

Entonces Ron salió del dormitorio sin mirarme. Por un momento pensé en seguirlo, sin saber muy bien si quería hablar con él o golpearlo, porque tanto una cosa como otra me resultan tentadoras. Pero la carta de Sirius era más urgente, así que fui hacia la lechuza, le quite la carta de la pata y la desenrollé:

Harry.

No puedo decir en una carta todo lo que quisiera, porque sería demasiado arriesgado si interceptaran la lechuza. Tenemos que hablar cara a cara. ¿Podrías asegurarte de estar solo junto a la chimenea de la torre de Gryffindor a la una de la noche del 22 de noviembre? Sé mejor que nadie que eres capaz de cuidar de ti mismo, y mientras estés cerca de Dumbledore y de Moody no creo que nadie te pueda hacer daño alguno. Sin embargo, parece que alguien está haciendo intentos bastante acertados. El que te presentó al Torneo tuvo que arriesgarse bastante, especialmente con Dumbledore tan cerca. Estate al acecho, Harry. Sigo queriendo que me informes de cualquier cosa anormal. En cuanto puedas, hazme saber si te viene bien el 22 de noviembre.

Sirius.

Mande la respuesta de inmediato a Sirius diciéndole que me encontraría al lado de la chimenea de la sala común a la hora propuesta y sin más, me fui a la cama, el castigo de Snape fue agotador.

Narras tu:

Hermione y yo subimos al dormitorio despues de estar en la enfermería con la señorita Pomfrey, resulta que los dientes de Hermione volvieron a la normalidad y ahora son hasta un poco mas pequeños que antes, lo que a Hermione la tenia contenta, una vez nos acostamos comenzamos a charlar.

—Quiero que me cuentes ¿Cómo es que Harry y tú amanecieron así en la sala común? si no hubiese bajado temprano todos ya estuvieran molestándolos con eso, pillos—dijo Hermione con picarez

—Basta, no es nada de lo que te imaginas, yo no podía dormir, entonces bajé a la sala común, me encontré con Harry, el tampoco podía dormir, se sentía muy mal y estresado por todo lo que esta pasando, le di un largo y cómodo abrazo y se quedó dormido, luego yo, fin. No hay nada de lo que te imaginas, cochina.

—Y mejor que no por que, ¿En la sala común? cualquiera podría verlos—dijo con doble sentido

—¡Hermione!—la golpee con un cojín que tenia a la mano, creía que Hermione era tímida en estos temas pero siento que es mas que nada por que siempre la veía acompañada de los chicos, al parecer con sus amigas es más extrovertida.

—Claro que cualquiera podría vernos, además, no me imaginaria mi primera vez en la sala común—reímos un poco

—Si, no creo que sea lo más romántico, realmente nunca e pensado como me gustaría que fuese la mía, no lo sé, aun no me interesa tanto eso, además, Ron ni sus moscas de que me gusta—bufó

—Es absurdo, eres demasiado obvia—me burlé.

—El obvio es Harry, la que no se entera eres tu.

—¿Ah ya nos llevamos?—le dije

—Boba

—Obvia

—Ya pero en serio, es claro que a Harry le gustas pero ¿Qué sientes tú por el?

✯𝐌𝐢 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲✯ 𝚑𝚊𝚛𝚛𝚢 𝚙𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛 𝚢 𝚝𝚞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora