—Ah... —un ligero gemido sale de la boca de Katsuki, apenas iban comenzando, pero las manos frías del bicolor lo hacían querer más caricias.
Todoroki quería ir lento y disfrutar cada sensación que podían tener juntos, lo que estaban haciendo tenía que ser agradable para ambos por lo que sería suave y amoroso.
Sus manos pasaban acariciando el pecho del chico, pero en lugar de tocarlo por encima de su ropa ahora lo hacía por debajo, bordeaba sus pectorales ocasionando que ciertos momentos a Katsuki le den escalofríos, cuando terminó de inspeccionar esa zona empezaría a bajar un poco hacia su cintura y cadera, ahí sus dedos también repasarían sus músculos, le parecía increíble el cuerpo del gimnasta y eso que aún no llegaba a las piernas.
—Tienes un cuerpo perfecto... —murmura acercando su boca al vientre del menor para darle una pequeña lamida y luego besar su piel.
—M-Mm... oye, no quiero ser el único en estar expuesto... —responderá en un ligero suspiro mientras que acercaba a su mano con la férula hacia su boca para cubrirse.
—Entiendo —responderá, pero luego se acercará a su oído y le susurraría con un tono algo coqueto—, así que quieres verme desnudo ¿Mm?
Katsuki desvía la mirada sonrojado, nunca había visto el ajeno con ropa ajustada o sin ella, su cuerpo era todo un misterio para él y por eso quería verlo. El mitad albino se apartaría del cuerpo del menor y empezaría quitarse la camisa blanca que llevaba puesta revelando poco a poco su pecho, la mirada del gimnasta se quedó admirando cada parte de él, tenía un buen cuerpo, se notaba que era cuerpo de gimnasta, quizá seguía entrenando y estirándose, todo sin usar ni un solo elemento.
Sin que pudiera evitarlo su zurda se estira hasta el pecho del bicolor y va bajando poco a poco, este ante su tacto únicamente se le quedó mirando con tranquilidad y un ligero rubor en sus mejillas.
—¿Llegué a tus expectativas?
—Las superaste... —respondería con sinceridad observándolo a los ojos.
Todoroki suelta una suave risita y se abraza a él, amaba su aroma dulce, como de caramelo. Las manos del mayor acarician la cintura del rubio ceniza y luego va bajando hasta las piernas, era el momento perfecto para usar la flexibilidad del gimnasta para otra cosa.
Estaba jugando un poco con el buzo que llevaba puesto Katsuki, pasaba sus dedos por el borde del elástico y baja de pocos la prenda hasta quitárselo por completo y dejarlo por alguna parte del suelo, lo había dejado únicamente en bóxer. El ajeno para ese punto ya estaba cubriendo su rostro con vergüenza, no quería que el ajeno lo viera todo apenado y rojo.
—No te cubras... —pediría el mánager tomando con cuidado el brazo con la férula del ajeno para apartarla de su cara y así poder verlo.
Le gustaba que hiciera expresiones diferentes a todo lo que estaba acostumbrado, en esta ocasión se le veía con una expresión nerviosa, se notaba que estaba apretando los labios con algo de fuerza, verlo con las mejillas rojas le parecía demasiado adorable y lindo. Por otro lado, la imagen que veía Katsuki del mayor le parecía demasiado sexy, su imagen en contra luz le hacía recordar a la primera vez que se besaron, había sido demasiado intenso, pero le había gustado.
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Rozando el cielo © [Todobaku]
FanfictionLa gimnasia artística, un deporte de suma disciplina y equilibrio, todo lo contrario a lo que aparentaba ser Katsuki Bakugō hasta que el mundo descubra su verdadera pasión. [Todos los personajes en esta historia no son míos, créditos a su respectivo...