• Capítulo 26 •

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     Finalmente el día de la competencia de primavera llegó, la academia yūei llevaba un uniforme de colores azul y blanco bastante simple pero atractivo, habían mandado a hacer nuevos trajes por lo que todos lucían bien

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     Finalmente el día de la competencia de primavera llegó, la academia yūei llevaba un uniforme de colores azul y blanco bastante simple pero atractivo, habían mandado a hacer nuevos trajes por lo que todos lucían bien.

     A Katsuki no le gustaba llevar uniforme, en primer lugar, porque siempre eran prendas ajustadas, de esas que marcan cada músculo de su cuerpo, podría decir que en lugar de ropa parecía una segunda piel. En segundo lugar, porque los colores no eran de sus gustos y lo hacían sentirse raro y en tercer lugar, porque aquel uniforme representaba al club de gimnasia artística.

¿Por qué esa cara?, parece que quieres matar a alguien... —comentó Shinsō observándolo extrañado.

     En aquellos últimos días que estuvieron entrenando, él fue el único de los chicos de primero que se le acercaba de vez en cuando para sacar plática, no importaba cuantas veces el rubio ceniza quisiera que se fuera.

—Sí, creo que quiero matar a alguien, ¿Te gustaría ser voluntario?

¡Yūei reúnanse! —llamó el capitán.

     Los demás apenas con escucharlo se acercaron e hicieron un círculo, Katsuki también se había acercado a regañadientes gracias a Shinsō, digamos que el poder de sus palabras era impresionante para convencer de alguna manera al chico de mirada carmesí.

Sé que la mayoría está nervioso y que creen que algo puede salir mal, pero créanme cuando les digo que esto será pan comido. Hemos entrenado demasiado y es momento de demostrar lo bueno que somos, ¿Están conmigo?

     Con una sonrisa decidida colocó su mano en medio y los demás no tardaron en poner las suyas también, aunque claro que existían excepciones.

—¿Bakugō kun? —cuestionó Mirio y todos también voltearon a ver al mencionado.

Tch, acabemos con esto de una vez y vayamos a las regionales —gruñó y colocó su mano junto con los demás.

Así se habla —rio Hiryu.

¡Adelante Yūei!

¡¡Sí!! —siguieron todos al unísono.

     Ese grito de guerra era la señal de que ahora las cosas iban en serio. Todos empezaban a revisar sus cosas o equipos, otros observaban los alrededores o a quiénes se podrían de enfrentar.

     La voz de un narrador se escucha en los parlantes, ya estaba iniciando la competencia, daba una pequeña introducción sobre el deporte, de esos típicos discursos motivadores para emocionar a los espectadores. Mencionaba las diferentes categorías y presentaban a los centros educativos que se habían inscrito.

Está bien si sientes nervios —comentó un bicolor tomando de la nada el hombro del ajeno.

¿Quién te dijo que yo podría estar nervioso?, esto no es nada.

Rozando el cielo © [Todobaku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora