• Capítulo 44 •

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     Nuevamente sus manos resbalan contra la barra y cae en la colchoneta, ya no sabía si resignarse o seguir

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     Nuevamente sus manos resbalan contra la barra y cae en la colchoneta, ya no sabía si resignarse o seguir. Su cuerpo estaba tembloroso, no entendía que era lo que le sucedía, quizá seguía con la adrenalina de hace unos momentos.

Paremos hasta aquí —ordena el mánager—, es claro que Bakugō necesita tiempo para practicar lo básico. 

—¡No! ¡Aún puedo seguir!

—Bakugō, ni siquiera puedes hacer la mitad de las rutinas. 

—¡Solo fueron unas cuantas caídas! 

Creo que Todoroki san tiene razón, tómate un momento, seguro es porque no has calentado. Nosotros acordaremos sobre la final —dice el capitán del equipo de gimnasia sonriendo con amabilidad.

     Sus manos se aprietan con algo de fuerza, la frustración de no poder demostrar sus habilidades al cien porciento lo invadía poco a poco más, quería dejar de sentir ese dolor en las manos, en las muñecas. Odiaba ser limitado, pero en casos como esos, que exceden su físico, era inevitable no sentir alguna dolencia o sufrir de alguna lesión. 

     Sentado en la misma colchoneta en la que se había caído ya tres veces, se queda con el ceño fruncido viendo hacia el suelo, Todoroki al verlo de esa manera se acerca y se sienta a su lado, sabía por lo que debía estar pasando el rubio ceniza. Estaba seguro de que podría estar molesto con él también por haber cortado su demostración, pero era por su bien. Si seguía fallando tanto podrían realmente considerar el hecho de no ponerlo como participante en la final. 

—¿Estás bien?... 

—¿Te parece que estoy bien? 

—Lo siento. 

—¿Por qué te estás disculpando, idiota? No es tu culpa que yo no puedo hacer una simple rutina. 

—¿Simple?... no parecía tan simple, estabas usando elementos elaborados.

—Es simple si tomamos en cuenta la final de la competencia. 

—Bakugō, no pienses tanto en eso, habrán otros momentos para competir.

—¿Cómo seré el mejor si cosas como estas me detienen?

—Hasta los profesionales se lesionan.

Toshinori san no sé lesionó nunca, y yo quiero ser mejor que él.

—Estoy seguro que en sus principios se lesionó bastante...

     El rubio ceniza desvía la mirada con una mueca en muestra de su negativa ante la idea de que su ídolo había pasado por cosas como esas, pero Todoroki no tarda en tomar su mentón y así voltear su rostro en su dirección para tener contacto visual con su pareja.

Rozando el cielo © [Todobaku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora