• Capítulo 10 •

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     Al día siguiente, ya en la preparatoria, Katsuki se quedaba observando detalladamente a todas sus compañeras, analizaba cuidadosamente a cada una intentando descifrar quien de todas sería la mánager indicada

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     Al día siguiente, ya en la preparatoria, Katsuki se quedaba observando detalladamente a todas sus compañeras, analizaba cuidadosamente a cada una intentando descifrar quien de todas sería la mánager indicada. Solo necesitaba que fuera un poco hiperactiva para que vaya a la par con él y no dejarla atrás como tenía acostumbrado hacer con todos, tal vez de carácter fuerte, no quería que fuera tímida, pues necesitaba hablar con otras personas al momento de inscribirlo, tenía que tener al menos una idea de qué era la gimnasia artística y por último debía ser muy paciente con él.

¿Bakugō? —escuchó a Kirishima— ¿Estás escuchando?

¿De qué hablabas?

Estás muy distraído ¿en qué piensas?

     Observa a su amigo y se queda pensando, no tenía ganas de revelarle su segunda vida de la cual solo estaban enteradas unas muy pocas personas. Desvía su vista a la ventada de su izquierda y deja caer su mejilla en su puño cerrado el cual estaba apoyado en la carpeta.

Cosas privadas.

     En algún momento se lo diría pero esa no era una situación adecuada, en primer lugar porque no estaba en el club de gimnasia y lo único que hacía era meterse a escodidas para practicar, en segundo lugar porque no le tenía la suficiente confianza para hablar sobre un tema que significaba mucho para él y en tercer lugar porque las clases empezarían en tres minutos.

¿Hablaste con la chica que te gustaba? —el ajeno rueda los ojos al escuchar otra vez esa loca idea de que estaba enamorado.

No hay ninguna chica —suspiró.

Eres muy tímido —dijo soltando una pequeña risa.

No es cierto y cierra la boca de una vez, ya llegó el profesor —regañó sin despegar la mirada de la ventana.

Sí, sí, chico enamorado —finalizó con otra leve carcajada.

     Ese día seguro que se haría demasiado largo porque Kirishima no lo dejaría en paz sobre ese tema y probablemente se lo diga a los demás en la hora de refigerio, todos lo estarían jodiendo y para colmo necesitaba encontrar a una chica que acepte ser su mánager.

     ¿Qué más podría pasar?

     Su celular vibra, disimuladamente la saca de su bolsillo y lo observa sin que nadie se dé cuenta, era del mánager, desde la noche anterior se han estado hablando un poco, no se decían gran cosa, el bicolor le había mandado las pautas para la competencia de primavera y respondía a sus dudas, nada extraño. Despreocupado abre el mensaje y lee lo siguiente:

     "Me he enterado hace un rato que la competencia solo acepta inscripciones hasta mañana, debes darte prisa en encontrar una representante o no podrás participar"

Rozando el cielo © [Todobaku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora