• Capítulo 20 •

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     Finalmente llegó el fin de semana, como era primavera los día tenían un clima perfecto y equilibrado, algunos clubes iban a entrenar estos día al no tener nada más que hacer, otros preferían salir con sus amigos a comer o ver alguna película,...

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     Finalmente llegó el fin de semana, como era primavera los día tenían un clima perfecto y equilibrado, algunos clubes iban a entrenar estos día al no tener nada más que hacer, otros preferían salir con sus amigos a comer o ver alguna película, Katsuki por otro lado, prefería quedarse en casa haciendo ejercicios de estiramiento o anotando ciertas cosas que podía probar para alguna nueva rutina, como ya había usado su carta debajo de la manga para humillar al idiota de Monoma ahora tenía que planificar otra por si en algún otro momento se presenta la oportunidad de humillar a alguien más.

     Ya se encontraba terminando sus ejercicios cuando de la nada su celular suena, le parecía raro que alguien le mandara algún mensaje, solía salir con Kirishima y los demás únicamente los días que había algo interesante y siempre se ponían de acuerdo uno o dos días antes.

     Caminó hasta su celular y apenas vio de quién se trataba recordó lo que había ocurrido la tarde de ayer.

     Ya cuando se encontraban fuera de las instalaciones de la academia todos empezaron a despedirse para luego tomar caminos separados

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     Ya cuando se encontraban fuera de las instalaciones de la academia todos empezaron a despedirse para luego tomar caminos separados.

Todoroki senpai ¿Vamos juntos? —preguntó Shinsō observando al mánager que normalmente cuando regresaba a su casa se iba con él hasta cierta parte del camino porque le quedaba más cerca.

Eh... —el bicolor desvía la mirada unos segundos para ver a Bakugō pero al parecer el rubio ceniza no lo estaba viendo, estaba distraído con el cielo que había tomado un hermoso degradado de colores cálidos— Creo que tengo que comprar unas cuantas cosas, otro día será.

Claro, entonces vaya con cuidado, nos vemos el lunes —se despidió.

      Cuando escuchó eso último se acordó de que ya era viernes y que tendría que quedarse en casa —cosa que no le agradaba para nada— con esa idea en mente vuelve a observar al rubio ceniza que ya se encontraba un par de metros lejos de él, aceleró un poco sus pasos para quedarse a la misma altura de Katsuki y no dijo nada.

No hay muchas tiendas más adelante... —habló el menor.

¿Cómo? —preguntó confundido.

Rozando el cielo © [Todobaku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora