Soulmates 《JungKook》

Extra: Creación de los vampiros (2)

Destrucción
...

De un día a otro.

Un día pacífico mientras brindábamos plegarias a nuestra Diosa gente del Rey entró a matar a cuanto pudo, solo dejando a unas pocas vivas. Luego, a las restantes nos llevaron al castillo, sin explicación alguna. No opusimos resistencia por orden de la superior.

x: Sacerdotisa Lia.

Es la voz de la reina. 

—Su majestad... ¿por-por qué nos ha hecho esto? Atenea...

x: Atenea nos ha enviado un regalo.

—¿Qué? —me obligó a mirarme tomándome de la barbilla.

x: A ti.

Mis ojos se ensancharon.

—Pe-pero para su hijo no hay solución. Ya he confirmado con la Diosa, su hijo no fue bendecido con...

x: Te ha engañado —sonrió perversamente soltándome—. ¿Cómo te confesaría que eres la única con la que mi hijo puede tener a los herederos? —tragué saliva.

—Por obra y gracia de la Diosa fui traída a su templo.

x: Para servir a mi hijo.

Me pasó de largo.

x: Aunque la Diosa nunca lo admitiría y tuvimos que preguntar al Dios Ares, quien fue benevolente y nos dijo la verdad. Ahora cumple con tu destino.

Cerró la puerta abruptamente.

Me paré y quise abrir la puerta, pero estaba cerrada, así que empecé a golpearla.

—¡Por favor! ¡déjenme salir! ¡por favor! ¡la Diosa no se los perdonará!

Tocaron con delicadeza mis hombros y rápidamente me moví aterrorizada.

—¡Prín-príncipe, se lo ruego no me toque!

x2: Qué arrogante —se acercó aún más—. ¿Sabes cuántas estarían agradecidas por poseer sus cuerpos? Incluso eres muy afortunada por llevar a mi hijo en tu vientre.

—¡No necesito esas bendiciones! ¡mi deber es servir a la Diosa!

Me tomó de los hombros y me lanzó a la cama.

x2: ¡La Diosa te trajo a mi!

—Por... por favor... —dije con las manos juntas no dejando de llorar y temblar— por favor, tenga piedad, mi señor.

x2: Tú niña... ¿piensas que tengo elección? —su voz se calmó— Es mi obligación, tuve suerte de leer el libro de Ares. "La niña que llega de la nada, sin ser de nadie, ni de la existencia misma; poseerla será la fortuna de la sangre de los Dioses". Por ti es que no pude tener hijos con nadie.

—¿Por qué codician tanto el poder?

x2: No es solo el poder. Ese libro promete grandezas, grandezas que ha predicho y se han cumplido; aunque también desastres de aquellos que no tienen esperanza en la vida.

¿Esperanza?...

Tragué saliva.

—¿El libro es tan asombroso como dice, mi señor? —sonrió de lado.

x2: ¿Ahora te interesa? Pues claro. Ares lo cuida porque los Dioses lo han escrito.

—¿Yo podría verlo?