Jack Conway y...

•2•

*NARRADOR*

El la miro expectante esperando su condición.

-"muñeca" queda eliminado de su diccionario.- dijo la chica firme.

-negativo.- contesto conway.

-¿Cómo que negativo?.- la chica estaba sorprendida.

-lo siento muñeca no puedo prometer eso.

-vale entonces lo llamaré...- ella pensaba un apodo pero el la interrumpió.

-llámame como tú quieras muñeca, luego te arrepentirás y rezaras a dios osea a mi.- aclaro conway.

*NARRA ____*

Al escuchar cierta frase no podía dejar de pensar en el doble sentido que esté tenía, mi piel se erizo y sentí cierto cosquilleo en mi entrepierna.

-ahora sigueme hoy toca entrenamiento.- dice el súper y yo lo sigo en silencio.

Llegamos a una playa donde estaba también volkov. el me tendió un traje de marine que reconocí bien. Me lo coloque rápidamente en el auto tan rápido que creo que el súper no me vio.

-Vamos muñeca quiero 100 flexiones.

-1,2. 1,2.- repetia conway. Joder.

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-bien quiero 100 más vamos rápido, no tengo todo el día muñeca.- hablaba. Mientras volkov bebía una energética. Cabrones.

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-sigue corriendo. 1,2,1,2. Aquí mi fusil aqui mi pistolaa.- cantaba.

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-Buen trabajo muñeca mañana a por más.-

-no jodas- exclamé.

-100 flexiones ahora.- hablo en voz graves. Comenze otra ves con las flexiones. -debes aprender a respetar a tus superiores. Tratarlo como tal, ¿Entendido?.-

-si...- dije con voz agotada.

-¡¿Si que?¡.- pregunto el.

-¡Si súper intendente!.- este tío me va matar.

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Luego de muchos entrenamientos físicos, las oposiciones y pruebas de puntería, conway pudo ver mi talento con las armas. Soy mejor que el, eh conocido a mis compañeros, Greco, Fred, Dan, Leónidas... Por ahora son de los único que me acuerdo.

Avances conway y yo teníamos unos roces que hacían que mi piel se erizará.

-Bien muñeca ten.- el me pasó el contrato. Lo firme y cuando lo hice alze la mirada para ver una pequeña sonrisa perversa en conway. -vale. Acompáñame.- el se levantó me guió hasta donde los vestidores.

El me tendió un uniforme de policía de mi talla. Y comencé a sacar mi ropa, note como el súper se me quedaba viendo.

-¿Le gusta lo que ve?.- pregunté provocativa. El sin decir nada se acercó, me tomo levemente del mentón para que lo mirase a los ojos.

-te advertí una ves que no me provocaras muñeca.- dijo el con voz muy ronca.

-¿Si no que?.- pregunté para provocarle aún más. Desde hace ya un buen rato le tengo ganas. Quiero follarme al súper intendente, quiero hacerlo gritar mi nombre, ponerlo de rodillas ante mi.

(Narradora; lo que ella no sabía era que el tenía las mismas intenciones, "quiero ponerla de rodillas para que alabe a su dios". Pensaba el.)