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jack y yo llegamos a casa. Nos dimos un baño y comimos algo.

Estábamos hambrientos por el entrenamiento.
Se que ambos no dieron lo mejor de ellos ya que yo aún me estoy recuperando y no tengo toda mi fuerza como antes.

-Estuviste muy bien muñeca.- me felicitó.

-ocupe la misma maniobra que intentaba enseñarles a ti y a los chicos.- respondi bebiendo agua.

-¿Intentaste?... Horacio ah inmovilizado a muchos tíos con la maniobra, Gustabo se la hizo a un tio que no dejaba de tocar los cojones. Ellos la aprendieron muy bien.- respondio.
Me hace mucha ilucion escuchar esas palabras, así que logré enseñarles algo...
Mire a Jack.

-si quieres te la enseño en privado...- solté susurrando. El sonrió hacia un lado.

-no muñeca, a mi me van más los puñetazos y las balas.- respondió.

-de todas formas... Te gane.- respondi.

-lo se.- soltó ronco.

-quiero mi premio.- pedí seductora. Jack sonrió hacia un lado, se levanto.
Me asusté un poco a su moviento repentino de cogerme y colocarme en su obró.

-¿Quieres tu premio?. Te daré tu premio.- soltó caminado hacia la habitación.
Yo solo reía por como me llevaba... Parecía un saco de papas en su hombro.

Jack me soltó en la cama dejándome estirada boca arriba. Acto seguido se coloco ensima de mi.
Yo solo estaba con un buso y una sudadera. No llevaba bragas.

-¿sabes lo jodido es que te muevas ensima de mi y yo no poder follarte?.- pregunto rozando mis labios.

-debe ser tan jodido cómo que tú esposo te deje ardiendo en llamas...- respondi. El sonrió y me besó profundamente. Bajo a mi cuello, dejando besos húmedo y chupones que hacian que me retorciera. Mi cuerpo no tardó en reaccionar.
Mi respiración se hacía más rápida, mis caderas se movían involuntariamente...

Jack saco mi sudadera dejadome mis pechos desnudos. comenzo a besarlos y morder.

-ah...- gemia cuando succionaba mis pezones haciendo que un escalofríos recorrira mi cuerpo.

Bajo aún más sin dejar de besarme, succionar y lamer.
Paso por mi vientre hasta llegar a él comienzo de mi buso.

Se detuvo y se levantó de la cama para quitarmelos y dejarme completamente desnuda.
Jack miro mi intimidad, lamió sus labios y me miro a los ojos. Sonrió perversamente y sin dejar de mirarme se arrodilló en el piso entre mis piernas, cogió mis caderas acercándome a la orilla de la cama.

Yo con ayuda de mis brazos me levanté un poco  apoyandome en mis codos para mirarlo.
El abrió más mis piernas y se acercó a mi faminidad.
Todo esto sin dejar de mirarme a los ojos.

Sentía sus labios rozar en mi zona sensible. Mordí mi labio para contener mis ganas de apresurarlo.

El solo sonreía hacia un lado mirándome y comenzó a besarme en ese punto tan dulce.

-ostia...- gemi inclinando mi cabeza hacia atrás y cerrando mis ojos para sentirlo todo.

Jack lemia, succionaba, besaba en sus puntos justos, haciendome gemir cada ves más alto.

Suavemente introdujo un dedo dentro de mi.

-ah....- gemia sintiendo todas las sensaciones. Joder... Espere mucho para esto y se siente como si no lo hubiera sentido nunca...

-asi preciosa... No te oigo.- soltó Jack. Dentro de mi comenzo a acariciar mi pared donde está ese punto de placer más alto...

-¡Ah!... ¡Hmmm!...- gemia alto. Sentía la boca de jack Succionando y lamiendo mi clítoris, su dedo moviéndose rítmicamente dentro de mi haciendo que ese calor apunto de estallar se hiciera presente.
Mis brazos perdían su fuerza. Recosté mi espalda en la cama e involuntariamente está se arqueo sintiendo el orgasmo aproximándose.

Jack Conway y...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora