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Cuando aterrizamos en Los Santos fuimos directo al CNI

-eres oficialmente del CNI.- dijo uno de los mayores luego de pasar algunas pruebas. -quien se meta contigo se estará metiendo con el gobierno de este país. Bienvenida.- dijo saludando como militar. Le devolví el saludo.

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Conway me llevo al piso. Cuando abrió la puerta... Me sentía alfin en... En casa. Mire todo el piso, estaba tal cual cuando me fui.
Me voltee a ver a conway el solo me miraba con el seño fruncido.

-¿Que?.- le pregunté.

-¿Sabes lo jodido que estaba sin ti?. ¡¿Tienes acaso la puta idea?!... ¡Prefería morir yo antes de que te fueras con esos hijos de la gran puta!. ¡Mira como te han dejado!.- me regañaba. Su miedo, su desesperación, su ira podían notarse en las palabras. Pero yo solo lo miraba y sonreía, cada minuto con el es como una inyección de morfina.

Me acerque lentamente a él y lo bese tan dulcemente, lento y suave. Cómo lo extrañe.

-Si tu morias... Yo me iría contigo.- susurré entre sus labios.

-No vuelvas a hacerte la heroína... No quiero héroes.- explico. Besandome otra ves.

-¿Sabes lo mucho que te extrañe?.- pregunté.

-sigo enfadado contigo, si fueras alguien más te hubieras comido unos porrazos que flipas.- respondió.

-tambien te extrañe _____. Oh gracias conway.- dije hablado conmigo misma. el sonrió.

-prefiero cortarme una pierna antes que vulvas a irte así.- explico y yo solo sonreia como una gilipollas, no eh parado de sonreír desde que subimos al avión. -ahora ven a curarte estás heridas.- dijo llevandome al baño.

Tenia el labio roto y unas cuantas heridas en la cara y brazos, nada grave.

-auch...- me queje cuando puso alcohol en la herida que atravesaba mi ceja. Eso dejara cicatriz.

-¿Cómo te hicieron esto?.- pregunto conway mientras seguía curandome.

-digamos que intenté escapar más de una ves... Y algunas fueron por encargos que eran fuertes.- expliqué.

-¿Que te hacían hacer?.- pregunto.

-matar... Entre otras cosas.- conteste mirándolo, sabía que estaba cabreado.

-¿Que cosas?.-

-me trataron bien en lo que cabe, ¿Vale?. Solo me hacían hacer el trabajo sucio.- expliqué.

-vale... Estás lista.- dijo después de colocar el último parche en mi brazo.

Me mire al espejo. Solo tenía un parche en mi ceja, era la herida más reciente. Lo demás solo eran cortadas o ematomas.
Me di media vuelta para verlo.

-Gracias.- le dije y el me dió un beso corto en los labios.

-vale, a la cama.- ordeno. Ya eran como las once y pico de la noche. Le obedeci y me metí a la cama con una sudadera y bragas como siempre.
El se acostó a mi lado y me abrazo atrayendome hacia el. Joder... Cómo lo quiero y extrañe.

-te amo.- dijo el en un susurro con voz grave.

-te amo.- respondí cayendo en un profundo y calmado sueño.

Un móvil comenzó a sonar a plena noche. Abrí los ojos para ver quién era, leí en la pantalla "Michel". Conteste para no despertar a conway.

-¡¿Jack?!.- llamó apenas cogí la llamada.

Jack Conway y...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora