•19•

1.5K 95 8
                                    

Fuimos a una montaña alejado de todo.

Cuando llegamos más de diez personas enmascaradas estaban armadas y apuntandome solo a mi.

Levanté las manos y uno se me acercó. Medio la vuelta y me cacheo como Michel dijo. Toco desde mis hombros hasta mis pechos y más abajo.

-esta limpia.- dijo finalmente. Todos dejaron de apuntar.

-bienvenida ____, alfin puedo tenerte cerca.- dijo uno, parecía ser el jefe.

-me gustaría decir lo mismo, pero no sé quién eres.- conteste.

-pronto lo sabrás... Dime ____ ¿Estás con conway?.- pregunto.

-¿Cómo?.- volví a preguntar.

-si te lo coges.- aclaro alguien con asentó mexicano.

-solo fue una vez.- respondí.

-no mientas linda.- dijo el que parecía ser el jefe. Se acercó más, me tomo del mentón obligandome a mirarlo. -se que fueron más de una ves.- comento.

-solo me lo follo, es mejor que estar en la calle.- respondí.

-¿Lo amas?.- pregunto acercándose más.

-No.- respondí firme. Para esto me entrenaron.

-pongamosla aprueba.- dijo uno detrás.

Me llevaron unos metros más alla. Había alguien arrodillado con camisa blanca, pistolera y corbata, era la vestimenta de conway. Pero, no creo que sea el.

Me dieron un arma.

-disparale.- ordeno.

-¿Que gano yo con eso?.- pregunte. Este volvió a tomar mi mentón.- nisiquiera se quién son ni que quieren.-

-sere claro linda. Te quiero para mi, te daré todo lo que quieras, serás libre, trabajarás a tu manera, te haré la mujer más poderosa y temida de todo el país.- propuso. -pero para eso debes dejar de jugar con los polis y entregarte a mi.-

Sostuve el arma, el peso era liviano... No tenía balas. De todas formas apunté al hombro y jale el gatillo.

-bien echo linda. Pero ese no es el verdadero. El verdadero será tu primer trabajo.- dijo. Después de que disparará pero no saliera bala.

-¿Me darás todo lo que quiera?.- pregunté tratando de que confiaran en mi.

-todo...- susurro.

-¿para entrar solo tengo que matar a conway?.- pregunté.

-solo eso...- respondió. -pero como me falles tu y todos los que te rodean... Terminaran como tu familia.- contesto. Una ira me invadió, apenas podía controlarme. -¿Que pasa linda?, ¿No me recuerdas?... Soy quien te libero una ves, ellos te querían como guardiana de tu hermano y te libérare otra ves si me dejas, la poli te quiere como perrita. Te harán hacer el trabajo sucio, estarás atada, te controlarán.- dijo. Hasta ahora podía controlarme, por conway, por Horacio, por Gustabo... Controlate. Pronto acabará.

-te lo agradezco... Quiero ser libre, quiero poder...- comente tan pacífica como podía.

-y yo quiero que seas mía.- dijo. Se levantó un poco la máscara dejando su boca expuesta. -besame y pondré todo a tus pies.- propuso. Me acerque tratando de controlarme, mis oídos sumbaban mi vista queria nublarse para dejar ir mi ira interior. Pero me controlaba.

El me tomo de la cintura y me hizo acercarme más. Hasta que nuestros labios se juntaron en un beso forzado. Puse mis brazos alrededor de su cuello mientras lo besaba y apreté mil veces el botón de emergencia.

Jack Conway y...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora