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Mientras miraba a mi alrededor, esperando que conway y Horacio salieran con Gustabo de la iglesia, mis oídos dejaron de funcionar de un momento a otro. Una onda expansiva me empujo unos centímetros.

¡¿Que mierda ah pasado?!... Miraba la iglesia toda destruida desde el suelo. Me levanté rápidamente para adentrarme en los escombros.

-¡¿CONWAY?!...-Llamaba para tener alguna respuesta de vida. Pero nada. Un miedo me invadió. Miedo y desesperación por no poder encontrar a nadie entre la madera y el fuego. -¡¿HORACIO?!... ¡¿GUSTABO?!...- nada. Comenze a mover las tablas una por una.

Las sirenas de la ambulancia y policía se escuchaban a lo lejos.

Moví una tabla y encontré la mano de uno. Moví las tablas que lo aplastaban, era Horacio. Le tome el pulso. Si tenía. Pase mis brazos por debajo de los del contrario y comenze a llevarlo a una zona segura. La ambulancia ya había llegando al igual que los policias. Michel bajo de un patrulla.

-¡¿Que cojones paso ____?!.- preguntaba.

-la iglesia... explotó derepente... con los tres adentro...- expliqué con dificultad, Horacio tenía el doble de mi peso y el pánico hacia que mi aire no llegara a mis pulmones, cada ves se me hacía más complicado respirar.

-vale...- ella no me miraba a la cara, si no a mi estómago. -ven aquí.- dijo demasiado calmada. No entendía por qué coño estaba tan calmada.

-¡que hay que encontrar a conway y a Gustabo, joder!.- expliqué. Ella solo me llevo a un EMS. El EMS miro también a mi estómago. ¿Que coño ven?. Baje la vista y recién ahí me di cuenta que tenía una astilla enorme clavada en un costado.

-Mierda...- susurré. Había sangre por toda mi ropa. -puede ser que haya echo mucho esfuerzo.- expliqué. El EMS entendió y rápidamente una camilla estaba a mi lado.

-llevensela.- ordeno Michel.

-Esperen...- dije con aún más dificultad. Michel me miro. -Michel... Si el no está vivo... Has que me den una sobredosis de morfina.- expliqué con un poco de gracia, pero toda la petición iba enserio.

-No digas gilipolleses. Es Jack, nada mata al cabron.- dijo alejándose.

Mi vista de hacia oscura por la falta de sangre. Mierda... Solo a mi se me clava una astilla del tamaño de una porra. Perdí el conocimiento.

*NARRA CONWAY*

Podía escuchar una sirena... Joder que molesto. Abrí los ojos y... ¿Dónde coño estoy?.

-Mierda, despertó. Morfina, ¡Ahora!.- ordeno un tío que parecía médico.

-¡¿y tú quien coño eres...?!.-Pregunte sientiendo un pinchazo en mi brazo. -comunistas... De... Mier...- todo se volvió oscuro.

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-¿Entonces estará bien?.- preguntaba un mujer. Abrí los ojos.

-¿Super intendente?.- pregunto un EMS.

-¿Que coño me pasó?.- pregunté al ver que estaba en el hospital. Lo último que recuerdo fue resivir un machetazo en el brazo, el cual estaba vendado y... Luego...

-fue una trampa, pogo hizo volar la iglesia con todos adentro.- explico Michel.

-Joder... ¿Dónde está Gustabo?.- pregunte.

-el está bien, ahora está siendo trasladado a un hospital psiquiátrico, para que siga un tratamiento.- explico. Mire a mi alrededor, solo estaba Michel.

-¿Y ____?.- ella estaba afuera de la iglesia. Quizás esté esperando afuera.

-Ella sufrió una lesión más grave que ustedes.- explico Michel.

Jack Conway y...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora