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Ella se quito el arma y el taser de la pistolera y la dejo en la mesa.

-esa es mi silla muñeca.- dije con voz grave. Ella se levantó.

-¿recuerda la llave que te enseñe?.- pregunto levantándose y dirijiendose a mi.

-la recuerdo.- respodi.

-enseñamela.- dijo cogiendo mi corbata.

-¿sabes que es más que seguro que esas dos estén del otro lado de la puerta?.- susurre en su oído.

-lose...- respodio ella. Sonreí ante la mujer que tengo enfrente. Le tome las muñecas y la voltee inmovilizandola. Solo en un paso más y la hacia caer al piso.

-nose por qué te empeñas en enseñarle a un perro viejo. Pero me gusta.- susurré contra su nuca. Ella arqueo un poco la espalda. La apegue a mi. toco mi polla con ambas manos.

-luego me lo agredeceras.- susurro ella. Se volteo me cogió del rostro y junto nuestros labios en un beso profundo.

-Te lo puedo agradecer ahora muñeca.- susurré contra sus labios. Ella seguía besándome desesperadamente.

*NARRA ____*

Mientras besaba a Jack le mordí un poco el labio inferior haciendo que esté gruñera.  El paso de mi boca a mi cuello. Abri los ojos y pude ver dos cabecitas asomadas por la puerta entreabierta. Joder.... Putas niñatas. Me separé de Jack bruscamente dejándolo con las manos vacías y la boca abierta. Me diriji a la puerta. Ambas salieron corriendo.

Encendí mi radio.

-numero uno y dos. Se quedarán en doble turno por gilipollas.- ordene por el radio desde el despacho de mi esposo.

-¿Quienes son uno y dos?.- pregunto el detrás mía.

-las alumnas.- respondi mosqueada. Jack cerró la puerta y me acorralo contra está.

-me la sudan...- dijo ronco.

-lo dices por qué les gustas.- respondí.

-preciosa ¿Crees que no tengo que lidiar con media comisaría que babea por ti?. Son todos unos toca cojones.- explico colocando su dedo índice y pulgar en mi mentón.

-no me había dado cuenta.- susurré.

-es por qué no estás atenta cariño.- dijo el. Caímos en un silencio. Solo nos mirábamos.

-¿bueno me vas a follar o que?.- pregunté contra sus labios. Jack sonrió perversamente.

-No...- respodio el.

-¿No?...- pregunte confundida. ¿No...?, ¿Cuando me ah negado follar?...

-esperame hoy en casa con las esposas.- susurro a mi oído. Vale... Ya entiendo. Sonreí al pensar que hará.

-vale.- respondí. lo bese suavemente.

-joder... Vete antes que me arrepienta y te folle aquí mismo.- solto contra mis labios. Me separé de él.

-vale, vale. Me voy... Te amo.- dije con un último beso.

-te amo.- respodio acariciando mi mejilla. Me di media vuelta y me diriji a hacia afuera.

Fui a por un patrulla. Necesitaba despejar mi mente y siempre lo hacía manejando a altas velocidades con un patrulla. Si preguntaban algo estaba en una persecución.

Me diriji por la carretera y pise el acelerador al máximo. Esto era vida.

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Jack Conway y...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora