Bestia [Taekook]

10🌹

—¿Jungkook estás arriba? —cuestionó Jimin desde la planta baja.

Ambos chicos se separaron al instante, los dos luciendo en sus mejillas un sonrojo prominente.

—E-enseguida voy Hyung —respondió Jungkook.

El menor se puso de pie sacudiéndose y luego le extendió la mano a Taehyung para ayudarlo a levantarse, el mayor la tomó y nervioso empezó a buscar las palabras correctas para una explicación dar.

—Amo tengo que ir... —murmuró señalando con la mirada su mano que seguía siendo sostenida por el príncipe.

Taehyung al percatarse lo soltó rápidamente y asintió apenado, en silencio los dos chicos se quedaron mutuamente mirando, Jungkook le sonrió dándole una corta reverencia y rompió el contacto visual para empezar a caminar a la dirección opuesta. Taehyung lo vio alejarse y apretó sus manos sintiéndose patético por no haber podido explicarse, ni siquiera con él mismo conseguía justificarse.

La hora del desayuno llegó y Jimin miró dudoso a los dos menores sentados a una distancia para nada corta entre ellos, rápidamente captó que algo pasó, el ambiente que los rodeaba los delataba, los dos se hablaban tímidamente y ni siquiera se volteaban a ver a los ojos directamente. Esto claro que lo incomodó, así que dandole un sorbo a su té, se preparó para de una vez el hielo romper.

—Tae, ¿Qué te dijo Jin? —preguntó como si nada.

"Wow... lo dijo..." Pensó Jungkook mirando a Jimin como si de un ídolo se tratase.

La cara de Taehyung cambió a una pensativa apenas eso escuchó, bajó sus cubiertos y limpió sus labios con una servilleta, debatiendo internamente si estaba bien hablar de ello o simplemente dejarlo pasar.

—Mmm... Mi madre... está enferma —dijo casi susurrando.

—¿E-enferma? —preguntó Jimin mientras sus ojos se abrían en sorpresa—. Pero... ella es joven y muy sana, ¿Qué habrá pasado?

—Aún no saben que tiene, solo sé que está débil y no ha salido de cama por semanas... —Apretó los labios bajando la mirada—. Jin me dio una carta que ella escribió para mí.

—¿Y? ¿Qué decía? —preguntó con indiscreción.

—Que desea verme pronto...

Jimin sonrió juntando sus manos y Jungkook permaneció en silencio temiendo decir algo fuera de lugar.

—¿Entonces? ¿Qué harás Tae?

—¿Qué haré? —Se preguntó extrañado y ambos chicos lo miraron expectantes—. Voy a... voy a...

Una mueca de frustración se dibujó en su rostro y se levantó de golpe sobresaltando a sus mayordomos.

—¿Tae?

—Necesito estar solo.

Y sin más, se retiró dejando pasmados a ambos chicos en el comedor.

Jimin soltó un suspiro desanimado y luego de unos minutos en total silencio, se paró y tomó el plato de Taehyung en donde estaban los panqueques que el príncipe apenas y había tocado.

—¿Hyung? —habló Jungkook mirando confundido al pelirrojo.

—La comida no tiene la culpa —dijo justo antes de dar el primer bocado.

...

Jungkook ya había terminado con sus deberes en el castillo, pronto sería la hora de que sus clases darían inicio, pero con la actitud de antes del príncipe, ya no sabía si eso seguía en pie, para empezar las cosas todavía seguían extrañas entre ellos gracias a lo del abrazo de esa mañana. Aun así, el pelinegro no se sentía cómodo faltando.