Bestia [Taekook]

16🌹

—Entonces... ¿Está bien? —preguntó el menor enseñándole su escritura.

—Solo haz más recto el palito y estará perfecto —corrigió regresándole la hoja y Jungkook asintió tomándola.

—Entiendo... Lo intentaré de nuevo —dijo entusiasmado.

Taehyung asintió observándolo enfocar nuevamente su mirada en la hoja, mordía su labio concentrado mientras retomaba la práctica de su escritura. El príncipe recargó su mejilla en la palma de su mano entretenido por la vista y recorrió lentamente cada facción en el rostro del menor.

No podía ni quería dejar de verlo.

Sonrió instintivamente cuando Jungkook hizo lo mismo conectando miradas con él.

—Creo que ya lo hice mejor... —dijo volviéndole a enseñar la hoja, Taehyung al revisarla asintió en aprobación y los ojos de Jungkook se llenaron de felicidad.

—Bien hecho —halagó sonriéndole y el menor se ruborizó, aún no se acostumbraba del todo a ver la sonrisa de Taehyung.

—Gracias... ¿Qué sigue?

Taehyung miró a su reloj y su sonrisa fue borrándose al ver que efectivamente, ya hasta se habían pasado de la hora...

—Eso es todo por hoy.

—¿En serio? —respondió el menor bajando la mirada—. ¿Tan rápido?

Taehyung se levantó y caminó hacia él, enredó sus dedos por los suaves mechones del negro cabello sacándole así una sonrisa.

—Descansa Jungkook.

—T- tú también... —Tragó saliva al tener los grandes ojos de Taehyung mirándolo expectante, lo ponían más nervioso de lo que ya estaba—. T-tae... Taehyung. —El nombrado sonrió satisfecho cuando por fin lo escuchó y terminó de despeinar el sedoso cabello del menor.

Ambos soltaron una pequeña risita y el príncipe finalmente se retiró a su alcoba, Jungkook acomodó sus cabellos mientras lo miraba alejarse. 

"¿Por qué tiene que anochecer?" Pensó abultando sus labios y dejando su cabeza reposarse sobre el escritorio. 

Siempre era lo mismo, por más que estuvieran pasando un buen rato, apenas se acercaba la medianoche, Taehyung se retiraba, la diferencia de antes es que ahora Jungkook ya sabía el porqué, y justamente porque lo sabía, se preocupaba. No le gustaba imaginarse a Taehyung solo. 

Últimamente la compañía del mayor en serio le gustaba, en especial porque Taehyung comenzaba cada vez más a mostrarle señas de afecto, por ejemplo... Las caricias, eran sus favoritas. Las manos de Taehyung eran grandes y cálidas, cuando acariciaba sobre su cabeza lo hacía tan suavemente que lo relajaba.

En un principio encontró estos nuevos aspectos de su personalidad un poco extraños pues antes ni siquiera se hubiera imaginado que aquel frío príncipe tenía un lado dulce, y Jungkook no podía ocultar lo feliz que eso le hacía.

Soltó un suspiro y llevó su mirada a la ventana en donde se podía apreciar la hermosa luna, cerró los ojos imaginando lo bueno que sería si Taehyung no tuviese esa maldición, entonces así podrían pasar más tiempo juntos... 

...

A la mañana siguiente había más ruido del usual en el castillo, esto gracias a la visita de Jin, como siempre llegó con regalos y una sonrisa resplandeciente, sin embargo, eso no fue lo único que trajo.

—¿De verdad? —dijo Taehyung sintiéndose emotivo.

—Sí, su salud ya está más estable y... Leyó tu carta. —Confirmó en un tono amable y Taehyung sonrió sutilmente—. Quiere verte Tae.