Bestia [Taekook]

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En medio de su sueño, Jungkook se movió adormilado y frunció el ceño al notar la suavidad de la superficie en la que estaba recostado. Abrió los ojos y se extrañó al percatarse que contrario a como él creía, no estaba frente a la puerta de la biblioteca, sino que estaba en su habitación.

"¿Cómo llegué aquí?" Se preguntó pues no recordaba haberse ido nunca.

Una sonrisa adornó su rostro al suponer quien fue el causante, se levantó emocionado y precisamente en ese momento, alguien tomó el picaporte de su puerta girándolo para abrirla.

—¡Tae! —exclamó alegre, pero su sonrisa decayó en un segundo cuando vio que se equivocó.

—Hola, Kookie... —murmuró Jimin dándole una triste sonrisa—. ¿Cómo dormiste?

—Bien —musitó sentándose sobre la cama.

—Te traje agua y un poco de sopa. —Dejó el plato y vaso sobre la mesita a su lado—. Debes dejar de saltarte comidas, no está bien.

—Lo siento... —susurró con la mirada baja y el pelirrojo acarició suavemente sus cabellos—. Hyung, ¿Y Tae?

"Bueno, ya se había tardado" Pensó suspirando sintiendo lástima de ver la expresión de Jungkook.

—Sigue igual...

—¿Q-qué vamos a hacer?

—Kookie. —Se sentó a su lado—. Tae ha pasado por muchas etapas duras, ya no es el niño mimado que yo una vez conocí, ha aprendido y madurado mucho... Solo hay que tener un poco más de paciencia y ya verás que hará lo correcto, confiemos en él ¿Sí?

—Sí... —contestó con sus ojos lagrimeándose.

—Ven aquí —dijo Jimin jalando el cuerpo del menor quien no se negó al abrazo dejando sus lágrimas salir.

...

A la mañana siguiente, pareciese que las palabras del mayor no fueron recibidas por Jungkook dado que eso de la "paciencia" justamente no le estaba funcionando.

Taehyung ya llevaba encerrado más de una semana, ¿Cuánto más deberían esperar? Porque Jungkook ya no quería, lo que quería era ir a la estúpida puerta, tomar la manija y tronarla de una vez por todas.

De verdad estaba considerando seriamente esa idea...

—Jungkook, no juegues con la comida —señaló Jimin sacándolo de sus pensamientos—. ¿No te gustó?

—No es eso Hyung, no tengo hambre.

Jimin bajó los cubiertos, sinceramente, él tampoco tenía apetito, pero se forzaba a comer, así como también a sonreír, tenía que, alguien tenía que... Aunque... Cada vez era más difícil.

—¡Ya sé! ¿Qué tal si mejor saltamos al postre? —propuso levantándose—. Se supone que era sorpresa, pero-

Jungkook elevó la vista al notar que Jimin dejó de hablar y quedó también mudo al ver la razón a escasos metros de él.

—Siéntense por favor, quiero hablar con ustedes —indicó Taehyung con calma entrando al comedor.

Los ojos de Jungkook y Jimin lo siguieron cada paso que dio, en sus caras claramente se reflejaba como estaban procesando el impacto de verlo, jamás se lo esperaron, pero mucho menos se esperaron verlo transformado... de día.

—¿Q-qué pasó? —El mayor de todos fue el primero en hablar intentando no sonar tan desconcertado.

Taehyung tomó asiento y los miró a ambos, Jungkook se encogió ante ello, y no exactamente por miedo, sino porque tenía tiempo que no veía en él esa mirada, tan apagada.