Bestia [Taekook]

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—Recuerdas cuando te conté sobre la maldición. —Jungkook asintió—. No te conté todo... —dijo mirándolo apenado—. Existía una solución para romper el hechizo.

—¿Cuál era?

—El amor verdadero. —Los ojos de Jungkook se engrandecieron en sorpresa—. Si yo encontraba a alguien a quien amar y esa persona me amaba igual, la maldición terminaría... pero, se suponía que esto debía pasar antes de que el último pétalo de la rosa cayera, sin embargo...

—La rosa fue destruida...

—Y yo ya no cambié de regreso —complementó Taehyung.

—¿E-entonces?

—Como la rosa nunca se marchitó, supongo que por eso el tiempo se trastornó, pero eso no significó que desapareció... —explicó acariciándole suavemente la mano—. Me salvaste, Jungkook.

—¿Yo? —Se señaló incrédulo y Taehyung asintió—. Pero... ¿Está bien?

—¿No debería?

—¡No! Lo que quiero decir es... ¿C-conmigo estás bien? —preguntó haciéndose pequeñito en la silla—. Yo solo he visto parejas hombre y mujer... Yo soy hombre, además, un simple sirviente, no tengo nad-

—¿Podrías venir aquí? —Interrumpió Taehyung y cuando Jungkook miró a donde palmeó, enrojeció.

—N-no, Tae, puedo lastimarte.

—Por favor, Kookie, quiero verte de frente, pero... —Se quejó dramáticamente cuando movió su cuello y Jungkook se extrañó pues lo que tenía dañado era el hombro—. No puedo moverme mucho... Por favor, ven, ¿Sí?

—B-bien —contestó tímido deslizándose hasta Taehyung y con bastante cuidado se sentó en sus piernas luciendo un potente sonrojo—. ¿Duele? ¿Estoy pesa-

—Estás bien —susurró pasando sus brazos por la cintura del menor cerrando más la distancia entre sus cuerpos—. Jungkook, sé que tal vez te sea confuso todo esto, para mí también lo fue, pero solo por no ser igual a los demás significa que estamos equivocados.

—¿No?

—Claro que no, estos sentimientos no son malos, son lo más hermoso que me pasó y fueron gracias a ti. —Jungkook sintió el golpeteo en su pecho acelerarse—. No me importa tu género, ni nada de esas cosas... Tú eres todo lo que quiero.

—Tú también eres todo lo que quiero —confesó acariciando la mejilla del mayor.

—¿Entonces por qué tienes esa cara triste?

—Es solo que... Tú eres como... —Abrió sus brazos en grande—. Así de increíble, n-no sé cómo explicarlo, pero eres muy brillante y la chica que vino era demasiado bonita, y cuando los vi juntos... Me dio miedo no ser lo mejor para ti.

—No es as-

—¡Pero! —Interrumpió sin dejar de mirarlo—. No quiero dejarte —murmuró rodeando su torso en un tierno abrazo—. Si tú no estás... no me gusta, perdóname, pero no me voy a ir.

Y Taehyung soltó una risita sorprendiendo al menor.

—Eres demasiado adorable —dijo acariciando sus cabellos y lo hizo separarse un poco para verlo—. Esa chica era mi prima.

—¿Q-q-qué? —El sonrojo de Jungkook creció hasta sus orejas y quiso esconderse en el cuello ajeno, pero Taehyung no lo dejó.

—Escúchame, Kookie... Ni ella ni nadie me lograría apartar de ti, porque para mí no hay ni habrá otra persona que no seas tú, que no tenga tus ojos, tu risa, tu personalidad, me enamoré de todo Jeon Jungkook. —Acunó su mejilla con cariño—. No puedo si no eres tú.