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—Saludas a Jungkook de mi parte —dijo Jin encaminándolos al carruaje que ya los esperaba—. Les llevaré chocolates a la próxima. —Taehyung sonrió.

—Gracias, Hyung... —La sonrisa en Jin apareció al instante de escucharlo llamarle así y sin importarle nada lo acercó a un apretado abrazo.

—Lo siento, lo siento. —Se despegó liberando al menor—. Anda ve, le prometiste llegar temprano. —Taehyung asintió despidiéndose para luego subir al carruaje con Jimin y así finalmente partir a su hogar.

Era liberador.

Honestamente estaba sorprendido de sí mismo y al mismo tiempo orgulloso... Finalmente lo había hecho. Desde hace años atrás esa había sido su intención, cortar lazos con su familia, sin embargo, nunca tenía las agallas pues creía que al hacerlo eso significaría quedarse realmente solo, le temía a eso.

Sus miedos siempre eran un gran impedimento para hacer lo que quería y lo odiaba, lo hacía sentirse débil y vulnerable, pero ese día no era así, Taehyung estaba feliz, había dado un gran paso, habló con sinceridad. Era como si se hubiera quitado un peso de encima y se sentía tan bien.

No podía evitar dejar de sonreír, ya quería verlo, a la razón detrás de todo.

Le era hasta un poco gracioso que ese chico de sonrisa de conejito no tenía ni idea de todo lo que causaba en su corazón, porque esas ganas de querer esforzarse y de querer ser mejor, nacieron por y para él.

Taehyung lo sabía, Jungkook fue lo más hermoso que le pudo pasar, merecía lo mejor y él no pensaba darle menos, se lo debía, por ello aspiraba a seguir trabajando en sí mismo para convertirse en eso, alguien mejor, alguien capaz de sentirse bien consigo mismo y sobre todo... Alguien con la fuerza de declararse sin miedos ni titubeos al amor de su vida, a Jungkook.

Le gustaba imaginarse un futuro con él, ya no podía no hacerlo y eso le motivaba, sentía que podía cumplirlo pues evidentemente las cosas que alguna vez le parecieron imposibles resultaron no siéndolo del todo.

Su pie se movía impaciente, contaba los segundos para llegar y verlo ¿Qué le contaría primero? No sabía con qué empezar, lo único en lo que podía pensar en ese momento eran las grandes ganas que tenía de tenerlo cerca y...

"Abrazarlo". Decidido, eso sería lo primero que haría, ya después tendría todo el tiempo para lo demás... ¿Cierto?

...

El ruido de algo caer fue lo que hizo que abriera sus ojos, frunció el ceño no estando seguro si lo soñó o si fue real. Pensando que el culpable fue Taehyung o Jimin que ya habían regresado, se emocionó y se levantó todavía un poco somnoliento, caminó tallando sus ojos a la escalera, apenas bajó tres escalones se frenó de golpe y despertó por completo.

Esos no eran Jimin ni Taehyung.

Todos sus músculos se tensaron y tapó su nariz y boca para no emitir ningún sonido, retrocedió lentamente e intentó calmarse, pero no podía, esa cara era tan conocida para él que ya estaba temblando.

¿En qué momento? ¿Cómo? ¿Por qué?... Por lo menos parecía que Taehyung aún no llegaba, pero ¿Qué se supone que tenía que hacer? Su mente le estaba jugando mal y no podía pensar con claridad.

—No creo que haya alguien aquí.

—Solo búsquenlo.

Se tensó aún más pues las voces se escucharon cercanas al igual que pasos que parecían dirigirse a la segunda planta donde él estaba. Con su corazón golpeando su pecho intensamente, corrió a uno de los extremos del pasillo buscando alejarse lo más posible, entró con cautela a una de las pocas habitaciones que no se encontraban cerradas con llave, para su suerte era un lugar que conocía bien, la sala de estudio que usaba con Taehyung.

Bestia [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora