GABRIELLA
Me desperté y seguía tumbada sobre Jaden.
Intenté despertarlo pero no me hizo caso así que empecé a dejar besos sobre su cuello y mandíbula.
Sus labios se curvaron en una sonrisa ladina.- Sé que estás despierto desde hace rato.
Iba a levantarme pero él me lo impidió porque empezó a rodearme más fuerte.
- No te vas a ir.
- Jaden, tengo hambre.
- Podemos desayunar ahora mismo.
- No cambias.- rodé los ojos.
Él me cogió del cuello y me atrajo a su cara.
- ¿Qué te dije sobre rodar los ojos?
- Que hago lo que me plazca.- respondí mirando sus labios.
Él sonrió mientras negaba con la cabeza y me dio un rápido beso.
- Eso no vale.
- ¿Por qué?- preguntó.
- Porque no completé el desayuno.
- ¿No?- respondió juguetón.
Yo negué con la cabeza.
- ¿Cómo quieres completarlo?- preguntó acariciando mi mandíbula.
Yo mordí su labio y volví a besarle.
Este beso fue más largo, y se podía observar como nuestros labios encajaban a la perfección.
Puse mis brazos alrededor de su nuca y él posó sus manos en mi cintura. Solo él y yo éramos capaces de compaginar tan bien.- Buen desayuno.- dijo cuando nos separamos.
Yo sonreí sobre sus labios.
- No lo discuto.
- Me vas a volver loco.- esto provocó mi risa.
Puse mi cabeza sobre su pecho y lo abracé.
- Quiero que me cuides así por siempre.- él acarició mi pelo.
- Lo haré, reina.- dejó un beso en mis labios y volvió a hablar.- No se qué haría sin ti.
- Desayunar como el resto de personas normales.
Él rió. Me encantaba verle reír mientras mostraba su dentadura perfecta.
Parecía esculpido por los dioses.- ¿Qué quieres hacer hoy?
- Nos vamos de compras.
Jaden frunció el ceño y yo le planté otro beso en los labios.
- Por favor.- le dije poniendo cara de perrito.
- No me pongas esa cara.
- ¿Me tienes que cuidar, recuerdas? Bien, pues la enferma hoy para relajarse necesita ir de compras.
- Te estás aprovechando de mí.
- Un poquito.- hice un gesto con los dedos.
- Está bien, iremos de compras. Le diré a Astrich que no nos haga el desayuno. Ahora vuelvo.
Yo me levanté de encima suya y le vi alejarse.
En un principio quería hacerle tantas perrerías que me faltaban dedos para contar, pero ahora soy incapaz de hacérselas, excepto la de anoche.
Esa fue un pequeño regalito.Me vestí y decidí ponerme cómoda, por lo que cogí una sudadera azul y una falda blanca.
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EL TRATO [BETRAYED #1]
RomanceBETRAYED #1 Gabriella, hija de mafiosos, pero sin ser consciente del peligroso y sucio trabajo de su padre, quien está en deuda con el mafioso más peligroso, el joven y pelinegro italiano; Jaden Hossler. Nadie se mete con él, y aquel que osa a hacer...