Eran las siete y media de la mañana.
Habíamos quedado a las ocho con Kio.Riley estaba profundamente dormida, así que decidí tirarle la almohada para despertarla.
Buena forma, ¿eh?
Era la única que me quedaba, porque llevaba cinco minutos llamándola.
- ¡Eh! ¿Qué haces? - me dijo Riley.
- Llevo cinco minutos largos llamándote y no respondes. Despierta que tenemos que ir a venderle las armas a Kio.- dije enfurecida.
- Maldita la hora en la que decidisteis quedar temprano.- me dijo levantándose.
- Lo siento querida.- salí de la habitación para terminar de prepararme.
Desayunamos rápido y solo quedaban diez minutos para reunirnos con él.
- Riley, quiero que avises a diez hombres para ir seguras.
- Está bien.
Bajamos las escaleras y nos montamos en los coches blindados.
La nave de Kio quedaba cerca, así que podríamos decir que tenemos tiempo de sobra.
Estábamos allí tres minutos antes de lo previsto.
- Señoritas, todo despejado.- nos advirtieron los guardas cuando revisaron que no había nadie que nos pusiese en peligro.
Salimos del auto y nos dirigimos al interior.
Al entrar no había nadie, por lo que Riley y yo nos quedamos extrañadas.
- Esto es un tanto raro...-murmuró Riley.
Yo asentí con la cabeza a modo de respuesta.
Hubo un largo silencio hasta que una voz resonó por toda la estancia.
- Perdón si os hice esperar.- dijo Kio.
- No te preocupes.- le aseguré.
- Bien, ¿y las armas?
- Entrad.- dije avisando a los guardias para que trajeran la mercancía.- Ahí las tienes.
- Revisad que estén todas.- les avisó a los suyos mientras me miraba.
Tras cinco minutos revisando, sus hombres le comunicaron que estaban todas.
- Perfecto.- les respondió.- Bien, ¿cuál era la cantidad que acordamos?
- 350 mil dólares.
- Ahí los tenéis señoritas.- respondió poniendo un maletín gris sobre la mesa. - La contraseña la tenéis por la parte de atrás.
- ¿Cómo sabemos que no nos engañas?
- Linda, me ofreciste algo que nadie jamás me ofreció: quitarle la mercancía a Jaden y vendérmela a mí. No sería tan descarado de engañaros.- una sonrisa ladina apareció en su rostro.
- Bien.
- ¿Cuándo será nuestro próximo negocio?- preguntó.- No lo sé, pero espero verte pronto, Kio.
- Lo mismo os digo muñecas.- nos guiñó un ojo y se fue.
Salimos de la nave y nos montamos en el auto de nuevo.
JADEN
Llevaba un día de mierda, no dormí en toda la noche y me bebí dos botellas de ron en menos de lo que canta un gallo.Jamás me pensé que perderla me iba a afectar tanto y tampoco imaginé que me iba a enamorar de ella hasta las trancas.
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EL TRATO [BETRAYED #1]
RomanceBETRAYED #1 Gabriella, hija de mafiosos, pero sin ser consciente del peligroso y sucio trabajo de su padre, quien está en deuda con el mafioso más peligroso, el joven y pelinegro italiano; Jaden Hossler. Nadie se mete con él, y aquel que osa a hacer...