27: 𝓮𝓿𝓮𝓻𝔂𝓽𝓱𝓲𝓷𝓰 𝔀𝓪𝓼 𝓯𝓲𝓷𝓮

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Eran las siete y media de la mañana.
Habíamos quedado a las ocho con Kio.

Riley estaba profundamente dormida, así que decidí tirarle la almohada para despertarla.

Buena forma, ¿eh?

Era la única que me quedaba, porque llevaba cinco minutos llamándola.

- ¡Eh! ¿Qué haces? - me dijo Riley.

- Llevo cinco minutos largos llamándote y no respondes. Despierta que tenemos que ir a venderle las armas a Kio.- dije enfurecida.

- Maldita la hora en la que decidisteis quedar temprano.- me dijo levantándose.

- Lo siento querida.- salí de la habitación para terminar de prepararme.

Desayunamos rápido y solo quedaban diez minutos para reunirnos con él.

- Riley, quiero que avises a diez hombres para ir seguras.

- Está bien.

Bajamos las escaleras y nos montamos en los coches blindados.

La nave de Kio quedaba cerca, así que podríamos decir que tenemos tiempo de sobra.

Estábamos allí tres minutos antes de lo previsto.

- Señoritas, todo despejado.- nos advirtieron los guardas cuando revisaron que no había nadie que nos pusiese en peligro.

Salimos del auto y nos dirigimos al interior.

Al entrar no había nadie, por lo que Riley y yo nos quedamos extrañadas.

- Esto es un tanto raro...-murmuró Riley.

Yo asentí con la cabeza a modo de respuesta.

Hubo un largo silencio hasta que una voz resonó por toda la estancia.

- Perdón si os hice esperar.- dijo Kio.

- No te preocupes.- le aseguré.

- Bien, ¿y las armas?

- Entrad.- dije avisando a los guardias para que trajeran la mercancía.- Ahí las tienes.

- Revisad que estén todas.- les avisó a los suyos mientras me miraba.

Tras cinco minutos revisando, sus hombres le comunicaron que estaban todas.

- Perfecto.- les respondió.- Bien, ¿cuál era la cantidad que acordamos?

- 350 mil dólares.

- Ahí los tenéis señoritas.- respondió poniendo un maletín gris sobre la mesa. - La contraseña la tenéis por la parte de atrás.

- ¿Cómo sabemos que no nos engañas?

- Linda, me ofreciste algo que nadie jamás me ofreció: quitarle la mercancía a Jaden y vendérmela a mí. No sería tan descarado de engañaros.- una sonrisa ladina apareció en su rostro.

- Bien.

- ¿Cuándo será nuestro próximo negocio?- preguntó.

- No lo sé, pero espero verte pronto, Kio.

- Lo mismo os digo muñecas.- nos guiñó un ojo y se fue.

Salimos de la nave y nos montamos en el auto de nuevo.

JADEN
Llevaba un día de mierda, no dormí en toda la noche y me bebí dos botellas de ron en menos de lo que canta un gallo.

Jamás me pensé que perderla me iba a afectar tanto y tampoco imaginé que me iba a enamorar de ella hasta las trancas.

EL TRATO [BETRAYED #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora