11: 𝓲 𝓪𝓶 𝔂𝓸𝓾𝓻 𝓯𝓾𝓬𝓴𝓲𝓷𝓰 𝔀𝓲𝓯𝓮

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Al despertar, me di cuenta que estaba dormida encima del pecho de Jaden y rodeándole con los brazos.
Intenté escapar, pero me fue imposible, un mínimo movimiento y me aferraba más de la cintura pegándome a él.

- No te vas a escapar.- murmuró aún con los ojos cerrados. Su voz era ronca.

- ¿Cuánto llevas despierto?

- Lo suficiente como para darme cuenta de que dormiste toda la noche abrazada a mí.

- Estaba borracha, ni siquiera me acuerdo de cómo me dormí.

- Te avisé, ahora no te puedes excusar.- se defendió.

- Lo que tú digas, ahora déjame salir.

- Menudo despertar me das, ni un beso de buenos días me da mi propia esposa bufón.

- Cuando tú me cuentes tus mierdas Hossler.- le guiñé el ojo.

- Algún día.

Bajamos a desayunar y cuando terminamos me fui a vestir.
Salí al pasillo y escuché a Jaden gritar:

- Dannata cagna (maldita zorra).- escuché como estrellaba algo contra la pared - dobbiamo impedirgli di entrare nell'alleanza. (Tenemos que impedir que entre en la alianza).

- Secondo le regole deve entrare, solo un giorno, ma se devi impedirgli di venire a conoscenza dell'attività (según las reglas debe de entrar, solo un día, pero si hay que evitar que se entere de los negocios).- escuché a Josh.

- Bien, pues que nadie hable nada de la alianza delante de ella o fuera de nuestra reunión, sino, yo mismo me encargaré de matarla.- Jaden respondió furioso.

Toqué a la puerta y al abrir vi trozos de cristal en el suelo.

- ¿Qué haces aquí Gabriella?

¿Habeis visto a un diablo? ¿No?
Bueno yo ese día vi al mismísimo Satán en su máximo esplendor de cólera.

- Solo vine a ver si estábais bien, escuché gritos y un golpe...

- No hay de que preocuparse, y ahora si nos permites tenemos asuntos que resolver.- me cortó.

- Está bien.- cerré la puerta.

Bravo, me acababa de echar de la forma más fría posible. Pude escuchar de que hablaban, y si mi instinto no falla podría decir de quién se trata.
Me bajé al salón y estaba observando mi móvil, Jaden entró minutos después sin decir palabra.
Cogió un vaso y lo llenó de ron, para después vaciarlo en su garganta.
Se quedó mirando fijamente la pared y solo bajó la vista una vez para pasar las manos por su cabello, parecía estresado.

- ¿Jaden? - él no respondió.- Jaden, te estoy hablando.

- Qué quieres.- dijo mirándome como si fuera la razón de su enfado.

- ¿Se puede saber qué coño te pasa?

- ¿A qué viene esa pregunta?

- A que me estás evitando y has cambiado de humor conmigo.

- Oh, perdone princesita.- se burló.

- ¿Sabes? Solo intento preocuparme por ti, pero no mereces ni una pizca de atención.

Él me volvió a ignorar y yo me marché, cogí mi chaqueta y decidí salir a dar un paseo.

Eso solo empeoró, no me despejó ideas como pintan a los paseos, solo hizo que le diese más vueltas. ¿Por qué cambió de humor conmigo? ¿A quién se refería cuando gritaba? ¿Por qué me preocupo por él siquiera?
Caminaba sin rumbo, ni siquiera sabía dónde estaba y empecé a notar como un auto me seguía lentamente. Aceleré el paso y este aceleró. Definitivamente me estaba siguiendo.

EL TRATO [BETRAYED #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora