EL TRATO [BETRAYED #1]

13: 𝓘 𝓰𝓾𝓮𝓼𝓼 𝓲 𝓯𝓮𝓵𝓵 𝓲𝓷 𝓵𝓸𝓿𝓮 𝔀𝓲𝓽𝓱 𝔂𝓸𝓾

La boda estaba llegando a su fin, por lo que decidimos irnos.

- ¿Tan necesarias son las pistolas?- me imitó Jaden.

- Que chistoso estás hoy Hossler.- dije rodando los ojos.

- Ya te advertí, son mafiosos, ella te podría haber disparado perfectamente.- parecía serio.

- No creo que fuese tan idiota de hacerlo.

- Es inteligente pero está loca, Gabriella. Esa chica es capaz de matar por mí.

- Al parecer está sorda, ¿cuándo dejará de estar obsesionada contigo? Ni mostrándole el anillo se queda conforme...

- Peor será cuando la tengamos mañana en la reunión.- suspiró.

- No voy a dejar que se salga con la suya.- dije sonriendo maléficamente.

- ¿Qué tienes en mente?- me miró de reojo mientras avanzábamos.

- Demostrarle lo que es mío, esa maldita no se va a salir con la suya, si no soporta verte junto a mí, le haré tanto daño con eso como pueda.- nos montamos en el coche y él me miró sonriente.

- Disfrutaré ese momento.- y parece que lo decía de verdad.

- Yo también.

Nos bajamos del coche y nos adentramos en la mansión.
Fuimos a la habitación directamente.

- Tenemos que asegurarnos que Mads conozca el lugar.

- Y que se trague el plan.- completé.

- Exacto.

- Tengo una idea. Si ella está tan obsesionada contigo, te presentarás allí solo, si vas tú solo, ella estará deseando de ir.- pensé.

- Buena idea. ¿Qué hay de ti?

- Yo estaré escondida con los chicos para vigilar, tampoco queremos que se lien a tiros. - dije desvistiéndome.- Necesitamos a alguien que se haga pasar por el vendedor.

- Eso está hecho, cogeré a uno de mis hombres.- asintió.

- Y solo queda acordar el lugar....

- El hangar abandonado, todo mafioso conoce ese lugar. - plan armado.

- Perfecto. - dije ya solo en ropa interior y cogí una sudadera para dormir.

- Oh venga ya, ¿por qué hoy no te dejaste solo la lencería?- resopló.

- Lo siento por ti Hossler, igualmente tú duermes en tu habitación.- le abrí la puerta para que se fuese, no voy a dejar que duerma conmigo siempre, no quiero que me tome ventaja.

- Reina.- dijo cerrando la puerta acorralándome contra ella.- No eres la única que desea dormir juntos. Te recuerdo que esta misma mañana me besaste ahí.- dijo señalando la cama con la mirada.- Y además, somos un matrimonio - señaló metiendo la mano por debajo de mi sudadera hasta llegar a mi cintura.- por lo que tú, querida esposa mafiosa, vas a dormir conmigo sino quieres que nadie sospeche de nuestro matrimonio falso.- dijo guiñándome el ojo.

- Nadie lo tiene por qué descubrir.- dije a escasos centímetros de su boca.- No creo que los que estén en la mansión tengan los huevos de delatarte.- sonreí maléficamente.

- No se puede confiar en nadie.- dijo aún más cerca.

- En absoluto.

- Ni siquiera en mi mujer.

- Yo mataría por ti, bastardo.- pronuncié lentamente cada palabra.

Él sonrió orgulloso y me tiró de la sudadera para acto seguido besarme.