EL TRATO [BETRAYED #1]

07: 𝓭𝓸𝓷'𝓽 𝓽𝓸𝓾𝓬𝓱 𝓶𝓮

Faltaba poco para aterrizar, yo recogí todas mis cosas para tenerlo todo preparado.

- ¿Lista? - preguntó Jaden entrando a la habitación.

- No me queda otra.

- ¿Podrías dejar de ser tan arisca?- puso una mueca.

- ¿Podrías dejar de controlarme? O mejor ¿podrías haberme no arrebatado mi vida? - le dije volviéndome, quedando cara a cara con él.

- No te hubiese gustado morir linda.

- Preferiría eso a estar casada contigo.- le solté furiosa.

Él sonrió mirando al suelo.

- No le veo la gracia realmente.

- Ya la descubrirás. - relamió sus labios.

- Jefe, ya está todo preparado. - le dijo Josh.

- Bien, ya voy, dammi qualche minuto, mi piace giocare con il suo personaggio (dame un minuto, me gusta jugar con su carácter). - ambos rieron.

- ¿De qué ríes? - me estaba empezando a molestar.

- Nada importante, me gusta tu carácter.

- Genial. - dije rodando los ojos y él tensó la mandíbula.

Jaden, si tú me molestas, yo a ti también.
Sonreí maléficamente.

- Te espero fuera.

Esta vez no dijo nada, tengo que buscar más cosas para molestarle...
Salí del jet y me dirigí al coche, donde Jaden me esperaba apoyado en el capó, con su camisa blanca y sus pantalones negros.
Él me abrió la puerta del coche, ¿desde cuándo es caballeroso?

- Gracias.- le dije seca.

Se sentó en el asiento del conductor y emprendimos otro viaje, con dos coches blindados detrás nuestra.

- ¿Puedo saber esta vez a dónde vamos?-pregunté mirando a la ventana.

- A Sicilia.

- ¡¿A Sicilia?!- dije sorprendida.

- Sí.- dijo mirando la carretera.- mis negocios son allí, todas las familias que viste en la fiesta están en Sicilia, nos beneficia.

Yo suspiré.

El viaje se me hizo eterno, pero cuando entramos a la bella isla italiana, no podía evitar admirar el paisaje.
Era preciosa, los árboles y en general la naturaleza, el entorno, estaba muy bien cuidado.

- ¿Te gusta?

- Es preciosa.- respondí sin dejar de mirar la ventana.

- Bueno, al menos habrá algo que no odies que esté relacionado conmigo.

- Siempre voy a odiarte Hossler.- dije fría.

- Bonitas palabras Gabri.

Yo lo miré, solo mi padre me llama así.

- ¿Qué? - preguntó confuso.

- Nada, es solo que solo mi padre me llama de esa forma...

- Si te molesta, solo dímelo.

- Un momento, ¿estás siendo agradable conmigo? - pregunté sorprendida.

- ¿Por qué te sorprendes?

- ¿Dónde está el Jaden arrogante, orgulloso y que se siente superior? Seguro que lo han cambiado cuando entramos al coche.

Él rió.