EL TRATO [BETRAYED #1]

19: 𝔀𝓮 𝓯𝓲𝓰𝓱𝓽, 𝔀𝓮 𝓯𝓾𝓬𝓴

- ¿Y qué ese desgraciado se salga con la suya?- rió sarcástico.

- Te estoy advirtiendo.- dije lentamente.

- Bien, si tan valiente eres, dispara.- me retó sin dejar de apuntar a Ken.

Me colmó la sangre. Le disparé en el pie y él disparó cerca de mi padre.

- Ya te puedes estar largando padre. Esto no significa que te haya perdonado.

Me obedeció y desapareció al instante.
Segundos más tarde se armó un tiroteo, había disparado al gran Jaden Hossler delante de todos.
Guardé mi arma y me alejé de allí.

- Jefe, ¿qué pasa con Gabriella?- oí a Josh mientras me alejaba.

- No os preocupéis, ya la cogeré yo.

Iba a entrar a una habitación, alejada de todo, hasta que sentí como alguien me arrastraba del brazo para encerrarme en el cuarto siguiente.
Era Jaden, me cogió las muñecas acorralándome contra la pared.

- Reina, seré tu marido pero sigo siendo Jaden Hossler.- me miró furioso.

- Ya te advertí, puedo estar casada contigo, pero por mucho que odie a mi padre, jamás lo antepondré a ti.

- Quien diría que la princesita iba a dispararme...Pobre, confié mucho en ti.- me dijo burlón.

- Te recuerdo que aunque te ame, me casé contigo porque no me quedaba otra, maldito desgraciado.

- Cuidado con tus palabras amore, o me arrepentiré de no haberos matado a tu padre y a ti.- sabía que estaba aumentando su ira.

- No serías capaz de matarme.

- No tienes pruebas.- respondió.

- De hecho sí, si me matas, de nada te servirá tu plan, solo quieres torturar a mi padre, y estando casada contigo, soy el principal blanco de todos, incluso el tuyo y si decides dispararme, mi padre seguirá sufriendo, pero no de la forma que tú quieres. ¿Necesitas más Hossler?

Él no dijo nada, solo tensó la mandíbula.

- Estás enamorado de mí. - sonreí victoriosa.

- Eso jamás lo sabrás a ciencia cierta.- apretó su agarre en mis muñecas.

- Entonces explícame, por qué dijiste que me amabas, por qué detestas que me miren, odias imaginar que otra persona me toque, por qué no serías capaz de matarme, o por qué cambias cuando estás conmigo.

- No tienes ni idea de lo que estás diciendo querida esposa. - dijo cogiéndome del cuello.

- Por supuesto que sí.-sonreí cínicamente acercándome al rostro de Jaden.- Pero lamento decirte, que jamás me verás matar a otra persona de mi familia.- le respondí finalmente a escasos centímetros de su boca.

- Maldita mafiosa - me besó y nos retiramos por falta de aire.

- Al parecer te gusta besarme en tiroteos amore.

- Más de lo que imaginas.- me volvió a besar.- Pagarás las consecuencias por dispararme.

- ¿Qué harás? - sonreí maléfica.

- ¿Tú qué crees querida?

- Nada bueno.

- Acertaste.

Él cerró la puerta con cerrojo y me cogió las muñecas, esta vez, sujetándolas por encima de mi cabeza.

- ¿Qué piensas hacerme? - dije mirando a sus labios.