17: 𝓘 𝔀𝓲𝓵𝓵 𝓫𝓮 𝔂𝓸𝓾𝓻𝓼

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Nos marchamos de la cabaña y volvimos a la mansión.

- Bienvenidos de nuevo señorita y señor Hossler.- nos dio la bienvenida Astrich.

- Gracias Astrich.- le respondí sonriente.

- ¿Está todo en orden?- preguntó Jaden.

- Sí señor Hossler.

- Bien.- asintió.

Jaden me cogió de la cintura y nos fuimos a la habitación.
En cuanto entró se tumbó en la cama.

- ¿Qué tal tu herida?

- Apenas me duele.

- El doctor dijo que era muy leve, y que deberías de cambiarte el vendaje cada 3 horas.

- ¿Me lo cambia usted enfermera?- dijo tirándome con él a la cama por las caderas.

- Encantada señor Hossler.- sonreí maléfica.

Me puse a horcajadas sobre él y le quité la camiseta. Después le retiré el vendaje dejando su herida al descubierto. Él hizo una mueca de dolor.

- ¿Con qué no te dolía nada, eh? - él rió.

Le puse un vendaje nuevo, que tapaba un poco de sus tatuajes.
Yo los recorrí con el dedo mientras él me observaba.

- ¿Por qué tienes tantos?- pregunté sin parar de observarlos.

- Digamos que me gustan.

- ¿Y no tienen significado ninguno?

- Por supuesto.

- ¿Qué me dices de este? - señalé los ángeles con las pistolas en su cuello.

- Me lo hice a los 19, cuando fui adolescente sufrí depresión y estaba en una guerra constante con mis demonios. De ahí los ángeles con metralleta, porque aunque la superé, siempre queda un trozo en el fondo.

- No sabía eso...

- Hay muchas cosas que no sabes de mí reina. Como por ejemplo...- me cogió del cuello y me acercó a él hasta quedar a escasos centímetros de su boca. Se notaba la tensión y el deseo.- Lo mucho que me pones con tu preciosa lencería y sentada encima de mí.

- Ni siquiera me desvestí pervertido.

- Eso es fácil.- respondió.

En un abrir y cerrar de ojos me tumbó en la cama quedando él encima de mí.
Me quitó la camiseta con mucha facilidad.

- ¿Qué me dices ahora? - se relamió los labios.

Tenía los latidos a mil por hora.
Pasó sus dedos desde mi cuello hasta llegar a mis pantalones, los bajó lentamente observando cada parte de mí. Estaba poseído, poseído por la lujuria, por mí.
Yo me mordí el labio y giré mi cabeza a un lado por las corrientes eléctricas que me causó su tacto en mí.

- ¿Sabes? Desearía ser prudente contigo, pero hay tantas cosas que quiero hacerte...- dijo caminando con sus dedos por todo mi cuerpo hasta llegar a mis labios.- Solo dime lo que quieres y entonces no me podré detener.

- Fottimi (Fóllame).- dije mirando sus labios.

- Non vedevo l'ora di sentirlo uscire dalla tua bocca (Estaba deseando escuchar eso salir de tu boca).

Me besó. Era un beso salvaje lleno de deseo.
Se desprendió de mi sujetador y pasó su mano por mis pechos, provocando mis jadeos.
Bajó sus manos a mis bragas y tiró del elástico para quitármelas.

- Dale las gracias a tu padre por esconderte, porque ahora solo yo disfruto de ti.- susurró.

Se puso un condón y se introdujo dentro de mí mientras me besaba, ahogando mis gemidos en sus besos.
Estos fueron descendiendo al cuello, sin parar sus embestidas.
Yo eché mi cabeza hacia atrás del placer que recibía.
Mordía mi labio para evitar que las empleadas nos escucharan.

EL TRATO [BETRAYED #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora