EL TRATO [BETRAYED #1]

51: 𝓘 𝓬𝓪𝓷 𝓷𝓸𝓽 𝓰𝓮𝓽 𝔂𝓸𝓾 𝓸𝓾𝓽 𝓸𝓯 𝓶𝔂 𝓱𝓮𝓪𝓭

Al salir de aquella habitación, vi a Josh cubriendo la entrada.
Cuando me vio, me sonrió y su mirada era un: "Nos vemos de nuevo".

Inevitablemente todos los recuerdos de aquella casa vinieron por mi mente y no pude evitar sonreirle.

- Te esperan afuera.- dijo al fin.

- ¿Cómo...?

- Se más cosas de las que crees, hija del diablo que no tiene límite para beber.- soltó una risa triste.- Vinnie y yo hemos estado cubriéndote las espaldas, Madi y Connor están en el coche.

Me quedé un poco sorprendida.
Tenía a tres hombres que me cubrían las espaldas, estaban poniendo en peligro sus vidas por mí.

- Gracias.- le sonreí y le di un abrazo, me despegué para evitar que eso se alargara y que pudieran dispararnos.- Te lo compensaré, emborrachándote de nuevo.

- ¿Y matando monstruos inexistentes?

- Esta vez serán de verdad. -le guiñé el ojo mientras recargaba la pistola y me fui rápidamente afuera.

Vi a Vinnie intentando defenderse a él y al coche, no dudé en correr hacia donde se encontraba y esconderme junto a él detrás del auto.

- ¿Eres bruja?- preguntó Vinnie.

- Tengo presentimientos. Ya dije que esto no iba a salir bien.

- Salió perfectamente. - sonrió de lado.

- ¿Qué quieres decir?

- ¿Cuánto crees que hay?- miró el maletero.

- Un momento, ¿fuiste a...?- él asintió.

Yo seguía con la boca abierta.

- Fue más fácil de lo que creíamos, con todo esto de Indiana los de la mafia no dudaron en esconderse y los vigilé para ver dónde dejarían la mercancía. Así que la cogí.

- Estás loco.- sonreí negando con la cabeza.

- Vinimos por ese plan y lo cumplimos.

- Eres un buen socio.- le miré agradecida.

- Y tú una buena jefa.

Hubo un silencio hasta que me di cuenta de que seguíamos detrás del coche.

- Tenemos que irnos antes de que nos vean. Josh me dijo que Madi y Connor estaban en el coche, ¿pero dónde? Porque no les veo.

- Los sedaron y están durmiendo la mona en la parte de atrás.- se rió.

- ¿Tardarán en despertar? - pregunté preocupada mientras me levantaba.

- Tranquila, esos sedantes solo te duermen por un par de horas. - se montó en el asiento del copiloto pero en cuanto lo hizo su cara mostró una mueca de dolor.

- Vinnie, ¿estás bien?

- Sí, no te preocupes. - la mueca no desaparecía.

- Vinnie.- le exigí.

Él se quitó la chaqueta y vi una gran mancha de sangre en su hombro.

- ¿Por qué no me dijiste que te habían disparado? - pregunté sorprendida.

- No es nada, solo me rozó la bala, exagerada.

- No puedes conducir así. Es obvio que te duele.

- Gabriella tranquilízate.

- Quita.

- ¿Eh?

- Que te quites, yo conduzco.