EL TRATO [BETRAYED #1]

48: 𝓯𝓾𝓬𝓴 𝔂𝓸𝓾

JADEN
Últimamente lo único que me aliviaba era el whisky.

Este era el cuarto que llevaba a mi boca en diez minutos.

Han pasado tres meses y cinco días exactamente desde que la alejé de mí.

De nuevo.

Se perfectamente de lo que ella es capaz, pero jamás permitiría que sufriera algún daño, no más del que yo le ocasioné. Sí, soy un hijo de puta por herirla tanto pero es la única forma que tengo de protegerla de todos ellos.

Dejaron de recibir noticias mías al tercer día de que se fueran porque estaban intentando rastrear la señal del móvil de Josh.

Ni siquiera se cómo está, qué ha hecho o si me ha echado de menos.
Impresionante que todavía me permita el lujo de preguntarme eso.
Joder, ni siquiera se por qué no la incluía en esta guerra conmigo, se perfectamente que esa loca llevaría planes macabros que acabarían con las cinco mafias en cuestión de segundos.

Seguro que si Gabriella estuviera a mi lado, nos habríamos quitado todas las mafias de encima y no tendría que estar escondiéndola como si fuera un cristal que se fuera a romper en cualquier momento.

El no verla, no tocarla, no sentirla, no oír sus estupideces, gritos, gemidos, risas, cosas empalagosas que solo a ella se le ocurrirían me pasa efecto.
Joder, ¿qué mierda me has hecho, reina?

- Deberías dejar de beber tanto.- oí la voz de Josh por algún lado.

¿Tanto he bebido que me lo imagino?

- Definitivamente tú y Gabriella estáis obsesionados con esto.- dijo cogiendo la botella para rellenar un vaso.

- ¿Qué coño haces aquí? - pestañeé incrédulo. ¿Los había escondido, verdad? ¿O a lo mejor nunca lo hice?

- Lástima que no puedo contarlo. Al contrario, tienes que vivirlo.- sonrió, se llevó el vaso a la boca y de la nada me disparó un dardo tranquilizante.

A partir de ahí, todo está negro.

GABRIELLA
- Griffin, ayúdame a cargarlo.- dijo Josh saliendo de la casa.

- ¿Ya...?

Él asintió y se adentró en la mansión.

A los segundos salieron cargando a Jaden y no pude evitar que los ojos se me aguaran y mi cuerpo sintiera que se había quitado un gran peso de encima.

Ese hijo de puta seguía vivo, mi estúpido seguía vivo, y lo quiera o no, me hace feliz saber que él siga ahí.

Nos montamos en el coche y nos dirigimos a un sótano.
Al de mi antiguo apartamento.

- Ya sabéis lo que tenéis que hacer, lo atáis a una silla y cuando despierte avisadme. Griffin, quédate vigilando a Jaden.

Griffin asintió y se marchó.

- ¿Tienes el coche preparado?

- Sí, aunque no entiendo que pretendes con esto.

- Dime Josh, tú ya me conoces lo suficiente. ¿De verdad crees que es solo por la Alianza? - pregunté irónica.- Por favor - bufé - Solo necesito quitarme a Griffin de encima, la Alianza apenas me importa, y aprovecho para vengarme de ese cabrón. - respondí con una enorme sonrisa. - No tiene ningún derecho a expulsarme de su vida sin ninguna explicación. No después de todo lo que hice y estaría dispuesta a hacer por él. ¿Lo entiendes, Richards? - seguí sonriendo.

- A veces me das miedo.

- No pierdas ese miedo. - le guiñé el ojo.

- Gabriella, ya despertó.- me avisó Griffin.