Apenas dormí por la noche, ya que la pasé llorando o dándole mil vueltas al asunto. Faltaba una hora para que Jaden viniese a por mí. Aún no me creo esto. ¿Cómo se supone que tengo que asimilar que me voy a casar con 18 años, con alguien que no quiero, que de hecho detesto, y que además es un mafioso?
La respuesta: ninguna, y para colmo ya no tengo a nadie en quien confiar, incluso mi propio padre me falló.
Estaba terminando de hacer la maleta, ni siquiera sabía a dónde íbamos.
Tocaron a la puerta.- Señorita Gabriella, tiene el desayuno preparado.- me advirtió Amanda, otra de las mucamas.
- Gracias Amanda - le dije a mi mucama - pero no tengo hambre.
- Señorita, tiene que comer, además quién sabe cuándo volverá a probar mis deliciosos desayunos.
- Llevas razón - respondí apenada.
- No se preocupe Gabriella, en un túnel oscuro siempre se encuentra la luz.
Yo le sonreí amablemente y salió de mi habitación.
No solo hace unos desayunos deliciosos, sino que también da buenos consejos. Es algo que siempre la caracterizó.
Ya estaba todo listo, me estaba despidiendo de las mucamas y mi padre ni siquiera apareció.El timbre sonó por toda la mansión, por lo que abrí la puerta, viendo la cara del muy arrogante.
- Buenos días hermosa.- dijo sonriente.
Yo no respondí, solo puse una mueca de desagrado.
- ¿Qué le pasa a la muñeca?
- Tengo nombre Jaden.
- Cierto, pero me gusta llamarte así.- dijo guiñándome el ojo.
- Cada día te haces más repelente. ¿Es un don? - mi mirada desprendía odio.
- Lástima que tengas que aguantarme. ¿Tu padre ya te contó?- dijo cogiendo mi maleta y meterla en el maletero de su Porsche Panamera.
- ¿Por qué?- pregunté.
- ¿A qué te refieres?- dijo mientras nos metíamos en el coche.
- ¿Por qué tuviste que elegirme a mí?
- Preciosa, tu padre mató al mío, algún día tendría que pagar su precio.
- Y tenías que casarte conmigo...- dije mirando a la ventana.
- Así es.
- ¿Eres consciente de que me acabas de arruinar la vida?
- Sí.- dijo orgulloso.
- Se me había olvidado, eres Jaden Hossler, haces lo que sea para herir.
- Veo que ya te hablaron de mí.- me miró de reojo.
- Sí, y tan bien... - dije rodando los ojos.
Él tensó la mandíbula. Se que hubo algo que le molestó.
- ¿Puedo saber al menos a dónde vamos?
- Ya lo verás.
- Cada vez eres más insoportable.- dije volviendo a rodar los ojos.
- No vuelvas a hacer eso.- me dijo frunciendo el ceño.
- ¿El qué?
Bingo, ya tengo cosas con las que molestarte Hossler.
- Nadie me voltea los ojos.
- ¿Qué vas a hacer? ¿Matarme?
- No tientes a la suerte preciosa. - me respondió poniendo su mano en mi muslo, a lo que yo se la quité al instante.
- Que sea la última vez que me tocas Jaden.
- Está bien, no te tocaré a menos que me lo pidas, no tardarás.- respondió como si eso fuera a pasar.
- ¿Siempre eres tan insoportable?
- ¿Y tú tan quisquillosa?
- Tú elegiste casarte conmigo, ahora tendrás que aguantarte.- dije mirando a la ventana, él resopló.
Pasamos el resto del viaje en silencio, y cuando finalmente aparcó, lo hizo en frente de un avión.
- ¿Piensas decirme a dónde vamos?
- ¿Por qué eres tan impaciente?- puso una mueca de impaciencia.
- Quizás sea ¿por qué alguien está obligándome a casarme con él para salvar mi cabeza y ni siquiera se a dónde me lleva?
- Nos vamos de Los Ángeles.
- ¿A?
- A Italia, querida americana.- levantó las cejas.
- Fantástico. Esto sigue mejorando.- dije inóricamente y él soltó una leve risa.
Entramos al jet y dentro había alguien que no conocía.
- Josh, ¿está todo listo?
- Así es jefe.- le respondió el moreno.
- Perfecto.
- ¿Es ella, jefe?- me señaló con la mirada.
- Así es.- dijo mirándome sonriente y yo solo pude lanzarle una mirada de desagrado.
Después de esta "amable" conversación, (nótese la ironía) fuimos a las habitaciones.
- Esta es la tuya.- dijo apoyándose en el marco de la puerta.
- ¿Y tú? - pregunté desinteresada.
- En la de en frente. Se que te encantaría dormir conmigo linda.- sonrió victorioso.
- Sigue soñando Hossler.
- Mañana tendrás que firmar el acuerdo de matrimonio.
Yo rodé los ojos. No te vas a ir de rositas Jaden.
- Te recuerdo - dijo cogiéndome la muñeca con la mandíbula tensada.- que no te atrevas a hacerme eso.
Me estaba empezando a hacer daño en la muñeca.
- Y yo te recuerdo que no puedes controlar lo que haga o no haga.- dije soltándome agresivamente de su agarre.
Él sonrió y negó con la cabeza mientras salía de la habitación.
Jaden Hossler, si quisiste casarte conmigo, vas a tener que aguantarme. Puede que tú me hagas vivir un infierno, pero yo te lo pondré peor.
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Traducción del título: el comienzo.
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EL TRATO [BETRAYED #1]
RomanceBETRAYED #1 Gabriella, hija de mafiosos, pero sin ser consciente del peligroso y sucio trabajo de su padre, quien está en deuda con el mafioso más peligroso, el joven y pelinegro italiano; Jaden Hossler. Nadie se mete con él, y aquel que osa a hacer...