GABRIELLA
Hacía cuatro meses que Jaden había regresado y que nuestro trabajo se minimizaba a cerrar tratos.
Nada de peleas ni de guerras.Sinceramente no se si era porque no queríamos meternos en otra situación parecida o porque nadie nos había presentado la oportunidad.
El caso era que siempre acompañaba a Jaden en prácticamente todo.
Si faltaba uno de nosotros tendrías que apiadarte de Dios porque nada bueno sucedía, sobre todo si ese alguien que iba solo era mi esposo.A veces mis emociones sobrepasaban mis límites y recordaba las veces que Jaden no estuvo conmigo.
La única diferencia era que ahora si existían unos brazos que me sujetaran para evitar que me derrumbase, unos pulgares que me limpiaran las lágrimas y una sonrisa que calmaba mi pandemónium.
Creo que jamás había echado tanto de menos unos comentarios pervertidos sobre la lencería en mi vida, porque ahora cuando me veía frente al espejo, sí veía a un pelinegro ojiazul y tatuado sentado en la cama con su mirada fija en mí y juro que jamás me iba a cansar de esa mirada.
La justificación es sencilla, él podía derretirme con solo verme y eso no iba a cambiar a lo largo de los años.
Al contrario, cada día me enamoraba más de Jaden Hossler.En especial el día que nos dimos cuenta de...bueno...
- Jaden.- lo llamé.
Se adentró en el baño ajustándose la camisa.
- Dime reina.- sus ojos se posaron en mí y no supe ni cómo decirlo.
No por miedo a su reacción porque os aseguro que él estaría encantado. De hecho me apuesto diez mil dólares a que su mayor preocupación después de esta noticia sería el sexo.
- ¿Te gustan los paseos hacia las farmacias? - sonreí sugerentemente.
- No soy tan viejo como para que mi ruta favorita sea ir a la farmacia, reina.
- Piensa, Jaden Hossler, piensa.- le pedí.
- ¿Qué quieres que piense? Porque si te lo recuerdo dentro de diez minutos tenemos una reunión importante para cerrar el siguiente trato.- enarcó una ceja.
- Creo que no deberíamos ir a la reunión hoy, o al menos manda a Josh y a Bryce.- respondí avanzando hacia él y posé mis manos en su cintura.
- ¿Por qué? ¿Por una puta farmacia? - me miró de forma sospechosa.
- ¿Te acuerdas de la noche esa donde literalmente me rompiste la lencería y la habitación era un desastre?
Sonrió de forma perversa y sugerente y sus brazos me rodearon las caderas.
- Si quieres repetir no hace falta ni que lo pidas.- puse los ojos en blanco.
Efectivamente, da igual cuántos años pasaran, Jaden Hossler no tenía remedio.
- Tú sigue acumulando castigos.- dijo cuando me vio rodar los ojos.
Su nariz empezó a recorrer mi cuello y así me era imposible concentrarme.
Estoy segura de que lo hace a propósito para no ir a la maldita farmacia.Rey malvado.
- El caso es que...- solté un suspiro cuando plantó un beso en mi cuello.
- ¿Mm?
- Que creo que...- dios santo debía de parar o íbamos a repetir aquella noche en diez minutos.
- ¿Problemas de concentración, reina?
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EL TRATO [BETRAYED #1]
RomanceBETRAYED #1 Gabriella, hija de mafiosos, pero sin ser consciente del peligroso y sucio trabajo de su padre, quien está en deuda con el mafioso más peligroso, el joven y pelinegro italiano; Jaden Hossler. Nadie se mete con él, y aquel que osa a hacer...