JADEN
Entré con ella en brazos a la casa y nos dirigimos directamente al cuarto.
Me importaban tres mierdas los demás, ahora solo quería estar con Gabriella y juro que quien me interrumpiera le iba a arrancar los sesos.- ¿Por qué no me dijiste que Josh te llevó al hospital?- preguntó mirándome mientras me sentaba en la cama encima de mí.
- Porque no quería que pasaras todo un año conmigo en coma, esperando a que despertase y teniéndome lástima.
- ¿Sabes lo que sufrí?- pude ver dolor en sus ojos.
- Sí, lo sé, más de lo que imaginas.
- ¿Y por qué hiciste eso entonces? - me miró con ojos lagrimosos y puse mi mano en su rostro.
- Para que los matases, porque quería demostrarte que confiaba en ti y te incluí en la guerra y como viste no todo sale bien. Estaba dispuesto a morir por ti y cuando desperté no quise ponerme en contacto contigo para derribar tu fortaleza y debilitarte porque tenías que matarlos. Josh me tenía al tanto de todo, de tu mejora, de tus ataques, aunque no lo creas, yo siempre estuve ahí.
Ella tomó mi mano que tenía en su cara y la acarició, rompiendo en llanto. Entonces la abracé. Sentía que estaba rota y que de alguna forma podía recomponer sus pedazos.
- Tranquila, estoy aquí reina. - le di un beso en la cabeza y ella me abrazó fuerte, como si fuera a perderme.
- Prométeme que jamás volverás a alejarte de mí ni harás otra estupidez.
- Arriesgar mi vida por ti no fue una estupidez.- fruncí el ceño.
- Sí, si lo fue porque no merecías que te dispararan, yo tenía que haber sido quien recibiera el disparo.- ella lloraba sobre mi hombro.
- No, jamás pienses eso.- le tomé el mentón para mirarla.- Ven aquí. - volví a abrazarla hasta que quedamos tumbados en la cama.
Minutos después se durmió en mi pecho, aferrándome a ella.
Joder, la había echado tanto de menos.Verla llorar me rompía en mil pedazos y más si era por mí.
Estaba dispuesto a morir por ella y de verdad no me importaba porque ella estaba llena de luz y yo de oscuridad. Era mi ángel a quien había convertido en mi demonio.Cuando desperté del coma Josh me visitaba todos los días y me contó todo lo que le pasaba a Gabriella. Él jamás llegó a decirle que había una remota posibilidad de que sobreviviera. Todos los días me hablaba de ella, como mejoraba, como empezaba a comer, como a veces sonreía y como planeaba la muerte de cada uno.
Por eso no quise intervenir.Gabriella creía que no confiaba en ella y estaba equivocada. Confiaba a ciegas en esa mujer, era mi jodida mano derecha, me conocía tan bien que incluso sabía mis próximos movimientos con solo mirarme.
Sabía que era fuerte y que esa mente retorcida le daría el empujón suficiente para matarles. No quería descomponerla y arrebatarle esa seguridad que tanto le había costado reunir tras mi ida.
Estaba cien por cien seguro de que ella sería capaz de terminar la guerra que yo empecé y así fue.
Gabriella Hossler terminó lo que Jaden Hossler empezó sin remedio.Solo había una cosa que nos diferenciaba, ella era una jodida reina que manejaba todo con elegancia y perspicacia y yo, yo era un jodido bruto hechizado por esa reina, anuló mis sentidos.
Cuando la tuve dormida entre mis brazos por fin pude respirar en paz, lamentando haberle hecho sufrir a pesar de que era lo que necesitaba. Amaba tanto a esta mujer que no se que haría sin ella. Era la única que podía leerme, pensar igual que yo, actuar igual que yo y llegar al mismo nivel de locura que tenía. Me comprendía, me entendía, me perdonaba, me amaba y me valoraba. Era todo lo que jamás tuve y se sentía tan bien que alguien fuera así contigo que con solo dejar sus brazos me sentía débil y expuesto.
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EL TRATO [BETRAYED #1]
RomanceBETRAYED #1 Gabriella, hija de mafiosos, pero sin ser consciente del peligroso y sucio trabajo de su padre, quien está en deuda con el mafioso más peligroso, el joven y pelinegro italiano; Jaden Hossler. Nadie se mete con él, y aquel que osa a hacer...