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Al terminar la película cada quien se durmió en un sitio, Emily se acostó en su cuarto, Tob en el sofá y yo en el cuarto de Tob, me sentí mal porque Tob durmiera en el sofá pero el me dijo que no pasaba nada

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Al terminar la película cada quien se durmió en un sitio, Emily se acostó en su cuarto, Tob en el sofá y yo en el cuarto de Tob, me sentí mal porque Tob durmiera en el sofá pero el me dijo que no pasaba nada.

Esa noche lloré mucho en silencio lo que ya se estaba volviendo normal, me desperté muy temprano, suspire pesadamente se había vuelto normal esto de no dormir casi, decidí levantarme y aunque no sé me diera la cocina intente hacer el desayuno, tres café, jugo de naranja y fruta, lo dejé todo sobre la mesa intentando hacer el menor ruido.

— No sos buena haciendo silencio ¿lo sabías? -— exclamó Tob a mis espaldas, salté por el susto y le sonreí.

—Intente hacer lo mejor

—De sicario no servís, Den ¿tienes los ojos rojos? ¿Estuviste llorando? - preguntó mirándome fijamente, luego de haber ese hermoso chiste que ninguna gracia había causado.

—Si estuvieras en mi lugar lo entenderías—exclame pesadamente, me gire así terminaba de acomodar la mesa

—No puedes llorar toda tu vida, sé que duele pero tarde o temprano hay que aceptarlo...

—Solo te diré que si un día tu perdieras a Emily no volverías a sonreír en tu puta vida, así que no puedes juzgarme por llorar todas las noches, perdí a mi gemela, yo compartía todo con ella, incluso antes de nacer, perdí una parte de mí y con ella me perdí a mi misma -— dije luego camine hacia el baño, tenía un nudo en la garganta.

Estaba furiosa, ¿fue tan fácil para el superarla? Mire el espejo, tenía lágrimas en los ojos, golpeé la pileta y comencé a llorar, no lo podía contener.

Tocaron la puerta suavemente, me seque los ojos y me mire en el espejo.

—Vete de aquí Tob —grite para que me pudiera oír

—Soy Em, Deni sal vamos a hablar — dijo y abrí la puerta, la miré estaba con el pelo despeinado, tenía leves ojeras abajo de los ojos, supuse que Tob la había despertado.

—vamos a mi cuarto ven — exclamó yo la seguí, hasta entrar a su cuarto.

¿Cómo era posible que una niña me hiciera sentir mejor?

—¿Quieres contarme lo qué pasa?

—Problemas adolescentes

—Estoy entrando a esa etapa— exclamó con una sonrisa

—Espero que no tengas que vivir lo mismo que yo — dije sentándome en la cama.

Me acuerdo cuando Em vivía en la casa de sus padres, su cuarto era rosado con princesas y castillos, ahora era todo lo contrario, había carteles de rock, todo era negro, noté algunos libros de terror y una computadora grande, perfecta para un gamer.

—Me gustaría vivir lo mismo que ustedes, no me malinterpretes digo me gustaría tener una amistad como la suya.

—La encontrarás no tengo duda

Mi vida a través de tus ojos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora