Todo pasa por algo, una frase que seguro oíste muchas veces, pero no es verdad, hay cosas que pasan y no tienen explicación.
Después de la muerte de Hanna nada me ataba a vivir esta vida, pero algo en mi interior decía que debía hacerlo, que debía v...
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¿Que es la verdad? Por esa pregunta el mundo se podría dividir, pues todos tenemos un concepto distinto de que es la verdad pero debo decir que suelo creer que todos estamos de acuerdo en que es la mentira.
Todos conocemos lo qué pasa en un libro luego de que la protagonista se baja del avión, pues lo primero que hace es ir a su nuevo hogar, lastima que la realidad es muy distinta, al bajarme del avión camine hasta el centro de canje de dinero que había en el aeropuerto, pues si esto no era un libro de ficción era lamentablemente la realidad.
Luego de cambiar mi dinero me dispuse a salir por fin del tumulto de gente, no podía negar que era maravilloso escuchar todo tipo de idiomas pero esta estresante, camine hasta la estación de taxi y pedí uno, cargue mi valijas y le indiqué al taxista, un señor muy mayor si se me permite decirlo, el apartamento en el cual me iba a quedar, al mirar por la ventana cada cosa me asombraba más, los paisajes hermosos, la arquitectura de la ciudad y incluso el comportamiento de las personas.
-Chica es acá- dijo el taxista, le agradecí y pague, luego baje mi valija para quedarme mirando un edificio rústico y glamoroso, cuando me dispuse a buscar hogar no encontraba por ningún lado, fue ahí que me acorde que no veía a mi primo hermano hacía bastante tiempo, cuando éramos chicos fuimos inseparables, el se había venido a España cuando terminó la secundaria hace dos años y desde allí perdí contacto con el.
Toque el timbre y me empecé a sentir nerviosa, pues le había dicho que claro que tenía una habitación disponible pero que él vivía con dos amigos y la verdad es que no quería fastidiar, ojalá le cayera bien o si no tendría que buscar rápidamente otro lugar para vivir.
-El timbre no funciona así que ni lo intentes- dijo una voz a mi costado, no me había percato de que un chico estaba a mi lado, no cualquier chico si no el mismo que me había chocado en el avión.
-Hey eres la chica del avión, ¡que coincidencia!- Yo asentí y sonreí tímidamente- ¿A qué apartamento vas? -preguntó abriendo la puerta con sus llaves
-Al 175 - dije entrando en el edificio, el me miró y subió una ceja
-¿Sos una Peiton verdad?- preguntó fríamente
-Sí, perdón ¿quién eres tú?- exclamé con mi acento español que tanto me encantaba.
-Soy Ethan el mejor amigo de tu primo, ven vamos- dijo con media sonrisa agarrando su valija y la mía
-Soy Denis, creo que yo puedo llevar mis pertenencias- dije lo último muy segura
-Claro, si crees que las vas a pondré subir por cuatro pisos - exclamó burlón a lo cual yo bufé
Él se encaminó hacia arriba y yo lo seguí muy despacio, no le hablaba, existía ese silencio entre nosotros el cual era bastante incómodo, aunque lo prefería así en el poco tiempo que había estado con Ethan notaba la clase de persona que era, aunque no lo conocía la impresión que me había dado era la de un chico arrogante y gracioso, o al menos eso era lo que el creía.
