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Besos, besos de esos en que desprendes toda la maldita rabia, esos besos que solo quieres que se intensifiquen, de esos besos que algo repentinamente los cortan.

El celular de Ethan comenzó a soñar en su bolsillo, me separé lentamente bajándome de él así podía contestarlo.

—Es mi madre— exclamó mirándome como si lo lamentara.

—Tranquilo ve a hablar con ella—dije agarrando mi celular.

Ethan se retiró de mi habitación para contestar la llamada mientras que yo contestaba mensajes de mis padres, de Tob y de mis dos nuevos amigos de la Uni.

Pero mientras escribí los mensajes me calló la ficha, ¡había besado a Ethan Pons! El chico que me parecía un completo idiota, ¿qué mierda estaba pensando mientras lo hacía? Estoy acá para cumplir los sueños de Hanna no para enamorarme y menos de un idiota como el, Mierda Denis.

Suspiré, no tenía muchas ganas de comer pero debía hacerlo necesitaba fuerzas para mañana, para mi primer día en la universidad.

Salí de mi habitación, camine hasta la cocina donde me prepare un delicioso refuerzo, el cual comencé a devorar inmediatamente.

Sentí sus manos en mis caderas y su cabeza se apoyó en mi hombro dejando que su respiración chocara con mi oreja.

—Deberíamos terminar lo que empezamos— exclamó con sus voz ronca, mi piel se erizó mientras que mi respiración se entrecortó.

—Sueñas demasiado

—No te hagas la difícil, Denis, ambos sabemos lo qué pasa cuando me acercó...

—No pasa nada — exclame segura.

—No lo aceptes entonces pero te atraigo más de lo que te gustaría, ángel.

No soy un ángel — exclamé dándome vuelta y fijando mis ojos a los suyos, él sonrió y se acercó dejando su rostro a centímetros del mío.

— Sos un diablo vestido de ángel, lástima que tú no veas lo que soy yo — dijo y pude notar una mueca junto a su mirada triste.

Eres un ángel vestido de diablo, lo sé pero me da miedo aceptarlo.

Me separé de él y le sonreí, agarre mi refuerzo para seguir comiéndolo, Ethan me miraba paciente pero en su mirada se notaba la tristeza.

Cuando termine de comer fije mis ojos en los suyos intentando entender que le pasaba, nunca había visto a Ethan con esa mirada y aunque quisiera negarlo eso me preocupaba.

—¿Porque tienes miedo?— preguntó de repente con sus ojos fijos en los míos.

—No tengo miedo

—Denis, sé que te has enfrentado a monstruos pero el amor no es uno de ellos— exclamó, me dio una pequeña sonrisa y se marchó.

Pero yo, yo no me moví lo que acababa de decir Ethan ¿Era verdad? ¿Eso era una declaración de amor? Ethan Pons se estaba enamorando y yo, yo era la persona menos adecuada para amar en estos momentos.

Fruncí el ceño, Oh no, no te vas a ir sin aclarar esto ahora, camine lo más rápido posible hasta la habitación de Ethan, él estaba sobre su cama con una sonrisa en el rostro como si supiera que yo vendría, lo mire unos segundos notando que estaba sin camisa, dejando a la vista su tonificado abdomen, de seguro pasa horas en el gimnasio.

—¿Te vas a quedar ahí mirándome como si fuera una obra de arte?— exclamó fijando sus ojos azulados en los míos.

—No sos una obra de arte.

Mi vida a través de tus ojos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora