Todo pasa por algo, una frase que seguro oíste muchas veces, pero no es verdad, hay cosas que pasan y no tienen explicación.
Después de la muerte de Hanna nada me ataba a vivir esta vida, pero algo en mi interior decía que debía hacerlo, que debía v...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En la vida de todos existe un momento en el que tienes que decidir si seguir intentándolo o dejarlo ir.
Es estúpido esperar algo que solo duele pero también lo es dejar ir todo lo que tienes.
Pero en mi caso debía dejarlo ir, estaba demasiado rota, yo debía sanar y él debía seguir sus sueños sin importar el pasado, no atarse a alguien que tarde o temprano lo lastimaría.
Ahora comprendía esa frase "La persona correcta en el momento equivocado", eso éramos y siempre lo seriamos, mientras ambos lo recordáramos.
La semana ya había pasado y créanme que la habíamos disfrutado al máximo los cuatros juntos, pero en la oscuridad de la noche me preguntaba sí enserio había hecho lo correcto.
Si, lo había hecho.
Yo amaba las alas que tenía Ethan, jamás sería la responsable de cortárselas, solo debía ayudarlo a volar y esperar que alguien día regresara.
Dolía como el mismo infierno pero ¿cuánto me dolería verlo perder la esperanza? Lo prefería lejos y cumpliendo sus sueños, que cerca y desgraciado.
Hacemos locuras por amor, estaba sacrificado este amor por sus sueños, también podría decir que era por mis sueños, verlo a él logrando lo que más quería era uno de mis sueños...
—¿Apreciando el último atardecer?— esa voz, esa que no escucharía por tanto tiempo.
—No es el último, la diferencia es que ya no estaremos juntos para apreciarlos — murmuré girándome para enfrentarlo, sus ojos azulados brillaban.
—Gracias.
—¿Porque?
—Por darme esperanza cuando no la tenía— exclamó
—Eso te lo tendría que decir yo — murmure acercándome hasta tocar su pecho.
Sentí su respiración acelerarse, al igual que su corazón, amaba causar eso en él porque él también lo causaba en mí.
—Siento que estoy perdiendo lo mejor de mi vida.
Mi mano subió lentamente a su rostro acariciando su mejilla, noté voló sus ojos se tornaban rojos lentamente.
—Nunca me perderás ¿cuantas veces te lo tengo que decir? Se nota que cuando estas caliente no prestas mucha atención— una sonrisa burlona se formó en mi rostro— Soy tuya Ethan Pons.
Se podría decir que era algo machista o tóxico, no me importaba en absoluto, porque era la verdad mi alma era suya y sabía que la de él era mía.
Mierda se puede olvidar un beso o una follada pero ¿dos almas amándose? Eso era totalmente imposible.
— Estaremos juntos a pesar de la distancia y el tiempo — sonrió, me giro rápidamente y me abrazo apoyando su cabeza en mi hombro.
Allí estábamos mirando una magnífica puesta del sol en la terraza de España, gracias a este país lo había conocí a él.