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Si se preguntan cómo había iniciado el dia de Tob, la respuesta era excelente, fuimos a almorzar a un restorán mientras le ensañábamos un poco de Madrid.

Las cinco de las tarde se daban presencia, con ello Cristina saltaba por todas partes preguntándonos a Em y a mí que nos pondríamos para la feria.

¿Amaba a Cris? Si
¿Me hacía perder la paciencia? También

—¡Cristina! Tranquila — dije ella se detuvo lentamente y sonrió.

—Perdón

—Mejor veamos que nos ponemos— exclame viendo el montón de ropa que había sobre mi cama.

Cada quien eligió qué ponerse, según sus gustos, Cris nos dio un toque de color en la cara y Em me peino.

Esas chicas eran increíbles en eso y yo, pues yo era un desastre, Hanna era la maquilladora y peluquera de la casa.

—Lucen preciosas— admire, Cris lucia unos Jean junto a una blusa blanca de tirantes, mientras que Em tenía una falda negra y una remera con el loco de una banda de rock.

Sinceramente no sabía que banda era, la música no era mucho lo mío, yo me había puesto unos Jean azules y una blusa con la frase de un libro, "Donde los planetas se unen y se separan", mi libro favorito de fantasía, Loba Blanca.

—¿Algún día vas a superar ese libro? — preguntó Em mirándome.

¿Me estás jodiendo?

No he leído final que me destruyera más que ese.

"Destruyera" me partió el corazón, luego lo puso en un mortero y lo machaco sacándome hasta la última lágrima que me quedaba.

Exageradasusurro y aunque la oí decidí ignorarla por mi bien o por el suyo.

Vámonos

Camine hasta la entrada, donde en el sofá se encontraban los tres chicos hablando.

— ¿Listos?— pregunte sonriendo, los tres fijaron su vista en mí sutilmente.

—Dime que no vas a empezar a hablar de ese libro — exclamó Tob, me mordí la lengua tan fuerte solo para no contestarle.

¿Sirvió de algo? No

Me tiré sobre él comenzando a hacerle cosquillas, Mala idea, Cuando quise zafarme no pude, tenía a los tres chicos arriba mío haciéndome cosquillas.

¿Cuándo se habían unido tanto?

—¡Paren!

—Tu atacaste primero Malfoy — exclamó Tob, pude moverme y pegarle una patada, no tan dolorosa, en el estómago.

—¡Me voy a terminar meando!— grité entre risas, si no era la mejor solución pero al menos estaban avisados.

Unas manos me agarraron de la cintura librándome de estos animales, Ethan me abrazaba para sacarme de esa pelea.

—Yo que tú debía ir al baño — susurro, mi cara sé puso roja pero bajo rápidamente al notar que en verdad no tenía ninguna fuga.

— Cállate Pons

Luego de esa maravillosa escena decidimos que era tiempo de irnos, pedimos un taxi odio, odio los taxis y a la media hora llegamos a la feria, encontrándonos así con los dos que faltaban Flor y Julián.

La feria era maravillosa, había una rueda gigante, autos chocadores, una casa del terror y miles de otros juegos más chicos.

Las personas andaban en todas direcciones, había muchísima gente pero aun así no nos impidió pasarla bien.

Mi vida a través de tus ojos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora