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Las gotas de la lluvia bajaban de mi cabeza hasta los pies, sentía su roce helado bajar por mi cuerpo haciendo que me erizará, incline mi cabeza hacia atrás y cerré los ojos, dejando que las gotas impactarán directamente con mi rostro.

Sentí una puerta abrirse, supuse que Ethan en su habitación pero me equivoqué, ya que el chico ya antes dicho estaba del otro lado de la puerta de mi baño gritándome.

—¡Denis!

Cerré la ducha y me envolví en una toalla—¿Que quieres?- grite secamente, ¡acaba de arruinar mi ducha! Tenía razón para estar enojada.

— Uff, tus cambios de humor me dan ganas de matarte— bufo, me vestí rápidamente pero lo único que me había traído era una blusa grande que me llegaba apenas abajo de los muslos.

Era con lo único que andaba, abajo solo tenía mi ropa interior pero de igual manera salí a enfrentarme al chico que estaba atrás de la puerta.

—El bipolar acá eres tú - Gruñí mirándolo a los ojos, él sonrió para luego mirarme de arriba a abajo, sentí el calor emanar de mi cuerpo y instalarse en mi cara.

Antes que notara lo roja que estaba de vergüenza cerré la puerta del baño, no le daría la satisfacción de verme así.

—¿Puedes irte de mi habitación?

—No

—¿Ah que mierda viniste Ethan? — pregunté ya cansada

—Slade me pidió que no te dejara mucho tiempo sola, tenía miedo de que te deprimieras— dijo yo suspiré y me mire en el espejo, Sé fuerte

—Ya viste que estoy bien, solo vete— dije en un susurro pero fue suficiente para que me oyera.

—Peiton solo sal de allí y hablemos de cualquier cosa, solo distráete un poco conmigo— esas palabras fueron suficientes para darme cuenta que no importaba cuanto lo intentara él no sé iría.

Pero al final todo el mundo se marchaba volviéndonos a encontrar y a sentir solos,  solos en un viaje que  dios sabe cuando terminaría.

—Te detesto...

Abrí la puerta mirándolo nuevamente a los ojos,  el me miró de arriba abajo nuevamente, le pegué en el estomago haciendo que me mirara fijamente, puso sus manos en donde le había dado el golpe tirandose arriba de mi cama exageradamente.

—¡Oh no me muero!— grito para empezar a reírse fuertemente, gire los ojos, definitivamente no le había dolido nada y había dañado mi ego

—Idiota

—Ahora si que no te salvas— gruño, me jalo dejándome abajo de él mientras me hacia cosquillas.

—¡Ya para!— grite entre risas, de tantas cosquillas mi camiseta se subió hasta mi abdomen, el rápidamente se alejó y miró la pared, yo me senté en la cama acomodando mi ropa mientras un gran sonrojo subía a mis mejillas.

—Lo lamento...

No preguntes, Denis no preguntes

— ¿Que cosa lo de ayer o el accidente de recién? — pregunté mientras me daba una cachetada mentalmente.

No dijo nada más, pues se paro de la cama y se fue golpeando fuertemente la puerta de su habitación Mierda, eres una idiota, suspiré fuertemente, aunque me molestara lo que había hecho, se había preocupado por mí hoy y eso lo agradecía mucho.

Me levante de la cama, salí al pasillo el frío chocó en mis piernas pero no le di importancia, tenía qué disculparme, golpee dos veces la puerta de Ethan.

Mi vida a través de tus ojos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora