40.Capitulo Final

209 18 5
                                    

Cuando llegas a lo más alto de la montaña, cuando estás días apreciando su vista no queda otra opción, hay que caer...

Y allí estábamos en el aéreo puerto, esperando que dijeran el vuelo de Ethan, para dejarlo seguir sus sueños.

¿Que si estaba triste? Mi corazón se desangraba.

—Hola lamentó llegar tarde.

Esa voz me calló como un balde de agua fría.

Florencia estaba parada frente a nosotros cuatro con una bella y malvada sonrisa en el rostro.

Perra.

Ethan la saludó con un gran abrazo, haciendo que mi sangre hirviera.

—¿Qué haces aquí?— pregunté lo más seca posible.

—Den— exclamó separándose de ella.

Mis latidos aumentaron.

Tranquilo Ethan, ella simplemente está celosa.

No comiences una escena.

—Pero no hay razón para estarlo por lo que tengo entendido ustedes no eran nada— declaró con una sonrisa.

Mi boca se cerró, ella tenía razón nunca habíamos sido nada, si habíamos sentido y follado pero nunca nada más.

—Vete al infierno — murmuré intentando que nadie me oyera

Ethan me miró y me guiñó un ojo, okey me tranquilizaría, él era la razón de todo esto, no me arriesgaría a pelear justo cuando se estaba para ir.

Ethan Pons al igual que yo estaba roto, ambos estábamos rotos, ambos estábamos tratando de tapar las heridas con un amor que no podía ser posible, así que debía dejarlo volar.

¿Estaba de acuerdo de que él siguiera su sueño? Si
¿Quería que él se alejará? No, eso nunca.
Ahora entendía que es egoísta.

Ethan se acercó a mí y nos alejó de las personas, solo estábamos nosotros junto a un mar dé emociones.

—¿Cuánto tiempo?— pregunte

—Indefinido— mire sus ojos.

—¿Podría ir contigo?— una sonrisa tenue se formó en su rostro.

—Debes sanar, al igual que yo y sabes bien que juntos no lo lograremos — susurro.

Había construido un puente de amor con Ethan y a mitad de camino se había caído, dejándome caer hasta el final del acantilado, sin saber qué hacer, sin saber cómo continuar.

—Me duele saber que pudimos ser todo y nunca llegamos a ser nada.

—Fuimos todo Den pero por favor... sigue tu vida Den, vive — susurro.

Ethan Pons me lastimas.

—Te extrañaré

—De seguro que sí, aunque estas muy acostumbrada a evitarme — ironizó y aunque no era el momento me reí, él siempre sabía hacerme reír —No había escuchado tu risa en toda la mañana y eso me destruye, nunca quise lastimarte — declaró.

Él se disculpaba por algo que yo había hecho.

—Yo ya estaba rota, al igual que tú.

—Pero nos arreglamos juntos sabiendo que un día nos tendríamos que separar y eso nos rompió aún más — tenía razón estaba más rota que antes y era mi culpa.

Mi vida a través de tus ojos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora