diez

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-Vuelvo rápido.- dijo antes de salir por la puerta. -No me extrañen.- chocó con Harry a los pocos pasos y se quedó helada.-¿Dónde estabas?- preguntó en un susurro.

-No queres saberlo.- dijo él abrazándola. Ella permaneció quieta y él miraba el suelo mientras la estrechaba en sus brazos.-Estoy acá ahora, bonita. No te preocupes, ¿si?

Ella lo rodeó con sus brazos pegando su mejilla al pecho de él.

-No me gusta, de verdad.- dijo ella.- Pensé que dormías.

-Elizabeth,- dijo él apartándose para mirarla a los ojos.- estoy acá, estoy bien, nada pasó.

Ella se paró en puntas de pie y lo besó suavemente.

-Igual, no me gusta.- suspiró ella.

Él le besó la frente. Sabía que no le gustaba. Sabía que algo podía pasarle. Sabía las posibilidades que tenía de no regresar a casa y eso era algo que jamas le había importado, hasta que ella entró en su vida. Él también tenía miedo, antes de salir siempre pasaba a verla prometiéndose que no sería la última vez que lo hiciera.

-¿A dónde ibas?- preguntó él entonces.

-A comprarle galletitas a Niall. Me comí las de él.- dijo ella y él soltó una pequeña risa.

-Bueno, vamos.- dijo entrelazando sus dedos con los de ella.

Caminaron hasta el supermercado mas cercano y compraron dos paquetes de las galletitas favoritas de Niall.

-¿Ese sweter es mío?- preguntó Harry en un susurro divertido en el oído de ella.

-Puede ser.- rió ella y él la rodeó con sus brazos por la espalda.

Pagaron las galletitas y la cajera le tendió a Harry un papel con su número de teléfono.

-No, gracias, tengo novia y es mi única chica.- dijo rechazando el papel.

La chica apretó la mandíbula disgustada. Elizabeth alzó una ceja en dirección a Harry.

-¿Así que novia?- dijo ella cuando salieron.

-Si.- dijo él con una sonrisa que hacía que sus hoyuelos se marcaran.

-¿Y se puede saber quién es esa novia tuya?- dijo ella fingiendo enojo.

-Esperá que la busque.- dijo él alejándose.

Ella lo vio doblar en la esquina y frunció el ceño. Unos minutos después unos brazos la rodearon por la espalda.

-Hola, novia.- le susurró al oído.

Ella rió y volteó a besarlo.

-Que tonto que sos,- dijo ella volviendo a besarlo.- te amo.

-Y yo te amo a vos.- dijo él acariciándole la cintura sobre el sweter mientras volvía a besarla.

Volvieron a tomarse de las manos y caminaron de regreso a la casa.

Al entrar ella comprobó que Niall seguía sentado en la cocina con sus codos sobre la mesa y sus mejillas apoyadas en sus palmas.

-¿Alguien tiene hambre?- dijo ella.- Dos por la tardanza.

Él la miró con una sonrisa.

-Por eso te quiero tanto.- dijo besándole la mejilla.

-¿Y mi hermano?

-Salió.- dijo él con la boca llena de galletitas.

Ella dejó sus palmas caer en la mesada y Harry se acercó a abrazarla por la espalda. Él amaba abrazarla porque ella era tan chiquita en comparación a él, además le encantaba sentirla tan cerca de él, le hacía sentir que ella nunca iba a irse, que él la protegería siempre.

Ambos fueron a la sala y se sentaron en el sillón. Harry prendió el televisor pero su atención estaba puesta en ella que tenía su cabeza recostada en el hombro de él y se veía bastante preocupada. Harry volteó y empezó a cubrirla de besos. Quería distraerla. Ella se tiró encima de él y comenzó a hacerle cosquillas. Él reía entre besos. A los pocos minutos él se encontraba sobre ella haciéndole cosquillas.

-No, Harry,- reía ella a carcajadas.- basta, basta.

Él se detuvo y la miró divertido. Ella dio un pequeño saltito y él soltó una carcajada.

-No es di-vertido.- dijo ella cruzándose de brazos.

-Tenes hipo.- reía él.

-Bas-ta.- dijo ella enojada.

-No te enojes, amor.- dijo él conteniendo la risa.-Te ves linda con hipo.

Ella le dio la espalda hasta que el hipo cesó.

-¿Harry?

-¿Ya no estás enojada?- preguntó él con una sonrisa.

-Sigo enojada.- dijo ella aún dándole la espalda.-¿Dónde está Liam?

La sonrisa de Harry se borró al instante y se puso delante de ella. Le acarició la mejilla lentamente apartando los mechones de pelo con sus dedos.

-Él ya va a volver, bonita.- susurró con voz ronca.

-No me gusta que salgan.- dijo ella y una lágrima se deslizó por su mejilla.

-No, mi amor, no llores.- dijo él acercándose mas a ella y secando la lágrima con su pulgar.- Todo está bien. Nunca nos pasa nada.

-Tengo miedo por ustedes.- dijo ella apoyando su frente en el pecho de él.

En ese momento la puerta se abrió y entró Liam.

-Ya llegó.- dijo Harry en el oído de ella mirando a Liam.- Está bien.

Ella se puso de pie y saltó a los brazos de su hermano.

-Hey,- dijo él sonriendo.- alguien me extrañó.

-Mucho.- dijo ella.

Liam rió y le acarició el pelo.

-Bueno. Creo que ya notaste que apesto así que... Voy a darme una ducha.

Ella se apartó y asintió besándole la mejilla y volviendo junto a Harry. Él la rodeó con sus brazos y le besó la cabeza.

-¿Está mejor ahora?

Ella asintió con su mejilla contra el pecho de él.

-¿Queres ir a cenar hoy a la noche?- soltó él de golpe.

Ella alzó la vista con una pequeña sonrisa.

-Si.- susurró y él la besó riendo.

...

Almorzaron los cuatro juntos. Rieron y hablaron de mil cosas sin importancia.

-Tenes que ir a la escuela.-dijo Liam.

Ella soltó un gruñido en forma de queja.

-Pero es aburrida la escuela,- dijo ella.- puedo estudiar por internet.

-No, señorita. Este lunes vas a empezar a ir a la escuela.- dijo Liam dándole un sorbo a su gaseosa.

-No es justo,- hizo puchero.- no quiero.

-Vas a ir conmigo.- dijo Niall feliz después de estar unos minutos pensativo.

-¿Qué?

-Si, es que me daba flojera ir y bueno...

Ella estalló en carcajadas.

-Sos peor que yo.- reía ella sin poder creerlo.

-Bueno, la cuestión es que vas a ir conmigo.- dijo él haciéndose el ofendido.

-Está bien,- dijo ella.- voy a ir a la escuela.

Liam sonrió y Niall igual. A Harry la idea no le agradaba en absoluto.

La hermana de Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora