trece

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Elizabeth de preparó para ir a la escuela junto a Niall. Llevaba su cabello atado en una colita que le caía por uno de sus hombros mientras ella enredaba sus dedos en las puntas, nerviosa. Llevaba un sweter gris de Harry que le quedaba algo grande y un short negro tiro alto.

-Vamos, Elizabeth.- dijo Niall tirando de su brazo.

-Me arrepentí. No quiero.- dijo ella.

-Liam me obligó a hacerte entrar, así que seguí caminando.

-Pero es que no puedo.- dijo ella.

Niall tiró de ella hasta el salón de clase y le mensajeó a Harry y a Liam.

Está todo bien, amor?- Harry.
Quiero irme.- Elizabeth.
No es tan malo ir al colegio,-Harry.
No es el colegio, Harry, es la gente.-Elizabeth.
Amor, necesito que te quedes hoy. Cuando vuelvas a casa lo hablamos, me explicas pero ahora no puedo.-Harry.

Ella suspiró guardando su teléfono sintiendo una gran opresión en el pecho.

-Ellos no están en casa.- le susurró a Niall.

Él la miró algo entristecido y le tomó la mano.

Las horas pasaron pero ella no pudo prestar nada de atención. Quería saber que ellos estaban bien. Solo quería saber eso. Caminó con Niall hacia la cafetería. Ella tomó un agua y una manzana. Él llenó su bandeja y caminó hacia una mesa.

-Todos te miran.- murmuró Niall entre dientes.- Parece que te comieran con los ojos.

Se sentaron en una mesa y ella empezó a comer lentamente. Estaba cansada de las miradas, no las soportaba. Se puso de pie de golpe y salió de ahí rápidamente dejando a Niall confundido. Caminó hasta que encontró lo que debía ser el campo en el que se practicaban los deportes. Se sentó en una de las gradas. Miraba su teléfono esperando un mensaje, una llamada, algo.

-Lo único que vas a conseguir tomándolo con tanta fuerza va a ser dañarlo.- dijo una voz a su espalda. Ella aflojó su agarre y volteó a ver al chico de cabellos rubios.

-No creo tener suficiente fuerza.- dijo ella intentando sonreír.

-Bueno, si el idiota tarda tanto en darse cuenta que tiene que hablarte no vale la pena.

Ella soltó una pequeña risita.

-Elizabeth.- gritó Niall que venía corriendo.- ¿Estás bien? Saliste rápido de la nada...

-Está todo bien, Niall. Solo no me gustan los lugares tan públicos.

-Tenemos clase.- dijo él entonces mirando al chico rubio.

-Adiós...

-Michael.- dijo él.

-Adiós, Michael.

Ella se alejó con Niall.

Cuando las clases terminaron ella subió al auto de Niall y él condujo a la casa. La chica no se relajó hasta ver el auto de su hermano y el de Harry en la puerta. Entraron en la casa y ella subió a su habitación. Sentía su corazón golpear con fuerza en su pecho. Apoyó sus manos en la ventana e inspiró profundamente. Unas manos le rodearon la cintura y unos suaves besos fueron depositados en su cuello. Ella secó unas lágrimas disimuladamente antes de voltear.

-Hola.- sonrió.

-¿Qué pasa, mi amor?- preguntó Harry apartando un mechón de pelo de su rostro.

-Nada.- dijo ella negando y bajando la vista.

-¿Qué pasó hoy que no querías entrar?

-Me miraban, Harry. Ellos me miraban como lo hacían allá. Como lo hacía Carl con sus amigos.

La hermana de Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora