Curse || editando.

Capítulo 34: Te amo.

Cuándo abrí los ojos, la luz del sol naciente entraba a raudales en mi habitación arremolinando en el aire las motas de polvo y transformándolas en centellantes puntitos rosados. A diferencia de los otros días, al cabo de un segundo ya estaba completamente despierta. Toqué cuidadosamente mi pierna lastimada recordandome inmediatamente el accidente y todas las palabras de Harry y Travis el día anterior.

«Morir solo si uno así lo desea; cometer suicidio...»

Esas eran otras palabras con las cuales Harry y Travis habían definido mi peculiar "condición." Al principio me había negado a creer en la afirmación de Harry, aunque sólo fuera por la absurda que era y porque, con tantas complicaciones, mi vida ya estaba al borde del colapso sin necesidad de que le añadiera una nueva. Sencillamente, mi entendimiento de negaba a aceptarlo. Pero la verdad es que mi fuero interno enseguida había sabido que Harry tenía razón, había algo en mí que me hacía diferente, algo que ni yo misma lograba comprender del todo.

Pero no estaba dispuesta a hacerlo, no estaba dispuesta a perder mi vida a cambio de la de Harry Styles, tal vez sonaba muy egoista, pero simplemente no podía morir, no podía dejar sola a mi madre, y menos aún a June.

Harry y yo nos habíamos quedado hasta tarde decidiendo que hacer. Y los dos llegamos a la misma conclusión; no daría mi vida por él. Él se dedicaría a buscar a la siguiente y hacer lo que se supone que tenía que hacer, yo no saldría involucrada en esto.

Esto estaba mal, esto no podía estar pasando, era loco y absurdo. Mi vida había cambiado totalmente desde que Harry había llegado a está, y si quería que volviera a la normalidad, tenía que alejarme de él.

Dos pitidos en mi celular hicieron que saliera de mis pensamientos, a regañadientes, me estiré para tomar mi celular de mi comoda y mirar quien me llamaba. Era Paris, como de costumbre, decidí ignorar sus mensajes y finalmente me levanté de la cama.

Tomé una ducha rápida, el frio de invierno hizó que mi piel se pusiera de gallina. Después de unos mínutos revolviendo en mi closet, finalmente me decidí por unos pantalones de mezclilla oscuros y un sueter algo holgado color negro, y finalmente unas botas gruesas color negras. Me miré en el espejo una última vez mientras retocaba mi maquillaje, sonreí a mi reflejo y salí de mi habitación, tenía que ir a dejar a June a su escuela y yo encaminarme a la mía, entre más despejada tuviera la mente, mejor.

Justo antes de cerrar la puerta de mi habitación, unos golpesitos en mi ventana llamaron mi atención. Frunciendo el ceño me acerqué lentamente a esta, y me asomé.

Una ya conocida camioneta Land Rover estaba estacionada justo al frente de mi porche, mientras que el dueño de ojos verdes y cabello ruloso, estaba comodamente recargado sobre esta lanzando pequeñas rocas hacía mi ventana.

Era Harry.

Mi corazón se aceleró automáticamente al verlo ahí, después de tantas veces estando con él, mi corazón aún saltaba de la emoción al verlo. Respiré profundamente antes de abrir la ventana, tenía que actuar friamente con él. Si quería que mi vida volviera a la normalidad tenía que separarme de él.

Por más que me costara.

Abrí sigilosamente la ventana, su mirada rápidamente viajó hacía mi, sus pupilas verdes chocaron con las mias mientras una sonrisita se extendía por todo su rostro.

"Buenos días bambie." Gritó desde abajo viendome con sus ojos profundos. Un escalofrio me recorrió la columna vertebral, traté de calmarme.

Respiré profundamente.

"Harry." Murmuré viendo hacía abajo. "¿Qué haces aquí?" Pregunté.

Una mueca surcó su rostro.