Capítulo 8: Amenazas.

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Señorita Sparks, deme la siguiente respuesta.— Murmuró el Sr. Fletcher. Mi maestro de biología.

Me senté derecha en mi asiento y con ojos entrecerrados mire al profesor.

—Uhm, yo... ¿En qué página estamos?—Murmuré apenada. Provocando que risas de mis compañeros se escucharan en el pequeño salón.

—Esto no es para nada gracioso Lena, la próxima vez que intentes dormir en mi clase, te irás a detención.— Me dijo algo enojado el Sr. Fletcher.

Asentí levemente con la cabeza mientras sentía la mirada de todos mis compañeros en mí, incluyendo la de Paris. Sentí el calor en mi mejillas, mientras miraba hacía el otro lado del salón apenada.

Un codazo en mi estómago hizo que saltara repentinamente en mi asiento. Voltee a ver la causante del golpe, y miré con ojos entrecerrados a Paris, mientras me sobaba levemente la parte afectada.

—¿Era necesario el golpe?— Murmuré enojada.

Paris y yo compartimos pupitre doble desde el inicio del semestre -mala idea- ya que por su estúpido parloteo constante ha hecho que mis calificaciones bajaran notoriamente.

Rodé los ojos cuando la sentí reírse a mi lado por mi reacción, volteé a verla nuevamente, y ella me regaló una de sus típicas miradas que significaban todo menos algo bueno. Ella quería saber sobre lo ocurrido ayer.

Genial, ahora qué le voy a decir.

Cuando ayer el estúpido oji-verde me dejó tirada sobre el sucio piso de la escuela, lo único que hice fue tomar mis cosas y largarme de ahí.

Mis nervios y me pobre cerebro estaban a punto de colapsar, no podía soportar ni un minuto más dentro de la escuela. Temblaba mientras por mi mente rondaban varias incógnitas.

¿Qué le diría a Paris?

Sí, eso es lo que realmente me daba miedo. Tenía que inventar una buena excusa para que ella no sospechara sobre la verdad del asunto. No es que no confiara en ella, lo hago, es mi amiga, pero hay veces en las que ella puede llegar a ser algo... Entrometida.

No dormí nada ayer por la noche, me pasé toda la noche en vela asomada por mi ventana asegurándome que Trevor no llegara a su casa, tenía miedo, y mucho.

Temía por June, mi madre, y por mí misma.

Sacudí mi cabeza sacándome de mis pensamientos, mientras trataba de poner toda mi atención a la clase de nuevo.

El profesor escribió varias cosas sobre biología en su pizarrón. Nos pidió que abriéramos los cuadernos para copiarlos. Justo cuando comencé a escribir, se abrió la puerta del aula, provocando que los 18 alumnos que estábamos allí levantáramos la mirada, porque, aparte de todo, hizo un gran y estruendoso ruido al rebotar con la pared. Todos, hasta el profesor Fletcher, nos sorprendimos.

Dirjí mi mirada hacía la puerta de entrada y no podía creer lo que mis ojos veían.

Bueno, definitivamente mi vida era un mal chiste.

Trevor maldición Lodge estaba parado en la puerta del aula. Y su típica mirada intensa estaba posada en todos en esa aula.

Froté mis ojos con desesperación, creyendo que la falta de sueño me estaba haciendo una mala jugada.

Y no, definitivamente no era una alucinación.

Era él, con un pantalón mezclilla negro, y unos tennis algo sucios. Tenía ojeras debajo de los ojos, y se veía tenso. Su mochila, desganada detrás de su hombro, y en la mano llevaba un papel, que supongo yo era la constancia, que tenia que ser firmada por todos los maestros el primer día de clases, especialmente para alguien nuevo, que llega en medio del ciclo escolar.

Curse || editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora