A la mañana siguiente Paris me recogió para ir a la escuela. Yo llevaba unos jeans ajustados grises, unas botas de goma negras, y un abrigo negro, nada coqueto ni profesional, al fin y al cabo así me sentía.
Paré delante del cristal del carro donde observé mi reflejo, traté de acomodar mi cabello pero fue inútil, este se me había ondulado y enredado mientras dormía. Mamá se encargaría de llevar a June a su pequeña escuela, ya que tenía el día libre, es la primera vez que desayunaba con nosotras, fue incomodo, cabe mencionar.
Después de besar a Trevor y encerrarme en mi casa la noche anterior, me había acurrucado en la cama pero sin dormir. Me había pasado toda la noche atormentada por ideas autodestructivas. Cuánto más rato llevaba despierta, más se alejaban mis pensamientos de la realidad. Mis emociones iban de la negación a la rabía y a una sensación de pérdida que me rompiá el corazón.
Me había pasado toda la noche observando la fotografía que había robado de la casa de Trevor, y había llegado a dos conclusiones. O Trevor tomaba algo para no envejecer, lo cual me parecía completamente absurdo, o él... ¿Tenía un pacto con el diablo acaso?
Mis dos conclusiones eran riduculas y completamente tontas, pero estaba segura de una cosa, esa foto era real, no sabía como mierda lo había hecho, pero Trevor estuvo ahí, justo en esa época.
Por otro lado estaba el punto de como Trevor había predecido el peligro que nos acechaba cuando ni siquiera el perro rabioso había dado vuelta a la esquina, y por otro lado completamente diferente estaba el hecho de Trevor y yo besándonos sin control.
Salí de mis pensamientos en el momento en el que Paris daba vuelta al estacionamiento de la escuela buscando un lugar en donde aparcar el coche.
—¡Y me dejó plantada! ¿Es o no un patán?— Me preguntó Paris, supongo que todo el camino había estado hablando y hablando y yo ni siquiera le había prestado mi atención.
—Sí.— Murmuré para disimular que no la había oído en todo el camino.
—¡Ni siquiera has escuchado una palabra de lo que te dijé Lena!— Me recriminó enojada.
De repente recordé el hecho de ella dejandome sola y abandonada el día anterior en la casa de Trevor.
Voltee a verla mientras alcaba una ceja.
—Oh no Paris, no te atrevas a gritarme.— Hablé malhumorada. —Tú ayer me dejaste sola. ¡Completamente sola en la casa de Trevor colgando de una ventana! ¿Y sabes que paso 'amiga'?— Hice comillas con los dedos en la palabra amiga. —¡Él me encontró! Dios mío, fue tan vergonzoso.— Hablé recordando los acontecimientos de anoche.
Ella abrió los ojos sorprendida y pusó sus manos sobre su boca.
—Oh, maldición. ¡Perdóname Lena! Yo creí que...—La interrumpí.
—¿Qué? ¿Ahora que creiste Paris?— Bufé y cruzé los brazos sobre mi pecho.
—De verdad Lena, estaba buscando una escalera, pero no encontré ninguna. Regresé a casa de Trevor y tú ya no estabas ahí, ni siquiera él. Creí que... No se, habías logrado saltar o algo.— Me explicó. —Después, mientras regresaba a tú casa, había un chico con un gran perro justo en la entrada de tu casa, ya estaba oscuro y tenía miedo. Me acerqué y él me dijó que era amigo tuyo y me avisó que te había visto caminando por el parque junto con otra persona. Asumí que esa otra persona era Trevor, así que decidí dejarlos tranquilos y me largué de ahí, tomé un taxi para llegar a casa.—
Fruncí el ceño a causa de la frustración, mi cerebro no lograba procesar aquella información.
—¿U-un chico?— Tartamudee mientras preguntaba.
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Curse || editando.
Novela Juvenil❝Él tiempo desaparece. Lo único que queda esta en tú memoria. Y la única realidad ahora, no es sólo lo que tus ojos ven, sino lo que tú corazón siente. No me da miedo vivir. Me da miedo vivir así, sabiendo que tú dolor alimenta mi alma❞ Libro comple...