Las gotas de lluvia caían sobre el cristal de manera lenta y tranquila. Me encontraba sentada en una cómoda silla viendo hacía el exterior con un taza de café en mis manos y un libro en mí regazo.
Mi telefono comenzó a vibrar y la canción de Yellow Submarine de los Beatles a sonar. De mal humor, miré quién me llamaba, era Paris. Con un resoplido dirigí mi mano hacía el pequeño botón en la pantalla de "Rechazar". Tiré mi celular sobré mi regazó y continué viendo las gotas de lluvia caer.
Después de lo de ayer, definitivamente no tenía ganas de hacer algo productivo. No había podido dormir en toda la noche a causa de estár pensando en lo que Paris y yo descubrimos. ¿De verdad era cierto? ¿Cómo mierda Trevor está involucrado en eso?
Preguntas como esas y más vagarón por mi mente toda la noche, Así que decidí imprimir la noticia y guardarla en mi comoda. Tenía miedo de que fuera cierto, sabía que había una gran posibilidad.
Por fin todo encajaba, su gran casa con muebles antiguos, su extraño comportamiento... Aún tenía muchas preguntas sin respuestas, demasiadas a decir verdad.
Tenía que hablar con Trevor, de verdad que tenía que hacerlo, pero nada más pensar en enfrentarlo hace que mi piel se pusiera de gallina y escalofríos recorrieran mi cuerpo. Tenía que estar realmente segura de lo que iba a decirle, y necesitaba tiempo para pensarlo.
Y sobre mi madre, el lazo se mamá-hija ya había terminado. Todo había vuelto a la normalidad, y a decir verdad, era demasiado bueno para ser verdad. Había regresado a su trabajo como enfermera y a dormir todas las mañanas. Aunque al parecer era mejor así, me estaba asfixiando, todo estaba mejor así.
"Ding, dong"
El timbre de la casa sonó sacandome de mis pensamientos. Confunidida me levanté con dificultad y me dirigí hacía la puerta, gracias al cielo había preferido usar la férula en vez de las estorbosas muletas, me permitía desplazarme mejor.
Coloqué mi mano sobre la manija de la puerta y la abrí. Confundida, fruncí el ceño al no ver nadie en la entrada. Dí un paso hacía al frente, pero al darlo algo crujió debajo de mi pie. Bajé mi mirada y alcé mi pie para encontrarme con una pequeña cajita café.
Mi corazón comenzó a latir rápidamente al verla, volteé hacía los lados para comprobar que no había alguién fuera viendome, y acerté, la calle estaba desierta. Me agaché y tomé la pequeña caja entre mis manos, temblorosa, retrocedí rápidamente y me introdujé a mi casa.
Ideas de que podría contener la pequeña café revoloteaban por mi mente una y otra vez.
Me dirigí hacía la silla en dónde segundos antes me encontraba y observé la caja. Era café, y con caligrafía fina, en negro tenía escritó: "Lena." La abrí y me encontré con una pequeña nota dentro, era una hoja blanca quemada por los lados. La tomé entre mis manos y decidí leerla.
"Tuviste suerte la semana pasada pequeña, preparaté para lo que sigué."
Dejé caer la nota al piso, con la respiración entrecortada y los ojos llorosos, miré por la ventana, y me espanté al ver la calle desierta. Me fijé en quién firmaba la nota y en una esquina una letra "M" mayúscula estaba escrita.
Mis opciones cayerón a una sóla.
Max.
Tenía que ser él, sabía que era él. No se que rayos tramaba ní porque mierda me quería muerta. Pero sabía una cosa, sí me había mandado la nota hace unos minutos significaba que estaba cerca, tenía que salir de aquí. Ya que sí quería hacerme algo no sería en mi propia casa y menos con las calles desiertas.
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Curse || editando.
Teen Fiction❝Él tiempo desaparece. Lo único que queda esta en tú memoria. Y la única realidad ahora, no es sólo lo que tus ojos ven, sino lo que tú corazón siente. No me da miedo vivir. Me da miedo vivir así, sabiendo que tú dolor alimenta mi alma❞ Libro comple...